La inesperada llegada del Coronavirus ha puesto a prueba la capacidad de los gobiernos y sus estrategias para desafiar la pandemia, y tras haber superado las peores semanas llega el momento de evaluar qué países han sido mejores y cuáles han reaccionado peor a la crisis. Un estudio independiente no deja a España en muy buen lugar.
Se trata de una investigación de un instituto de certificados de gestión australiano que a través de varios indicadores ha creado un índice de respuesta global a enfermedades infecciosas para evaluar la respuesta de los gobiernos ante la emergencia sanitaria.
Durante la crisis del Coronavirus en España, han sido muchas las voces críticas con la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez, y ahora este estudio que puntúa la capacidad de liderazgo de cada país y el grado de preparación de su sistema de saluda pone a España en el último lugar de un total de 32 países que componen el ránking.
El estudio calcula, entre otros indicadores, la preparación de los niveles de salud y las políticas de los gobiernos para racionalizar los recursos del propio país y llevar a cabo medidas efectivas. Las conclusiones dejan al descubierto el fracaso del Gobierno español, su tardía reacción y errores de calado como la compra de test falsos.
Pero la investigación tiene en cuenta otros indicadores como el nivel de transparencia de cada país, que lo que se utilizó el Índice de Percepción de la Corrupción 2019 (también llamado Índice CP) publicado por Transparencia Internacional.
El estudio basa sus conclusiones en el hecho de que la información a los ciudadanos y la transparencia son elementos fundamentales para afrontar emergencias como la del Covid-19, y se ello se deriva que los países que ocupan un lugar destacado en el índice CP son menos corruptos y más transparentes, y ofrecen información más fiable sobre el Coronavirus.
A partir de estos datos el instituto australiano en cuestión elaboró un algoritmo que incorpora el número de pruebas por millón de habitantes, el número de muertes por total de casos, el número de muertes por millón de habitantes y el número de casos por millón de habitantes, además del citado índice de corrupción y transparencia.
Teniendo todos estos valores en cuenta, España ocupa el último lugar. El estudio advierte de que muchos países están en la cabeza de la clasificación por la baja incidencia del virus, y también asegura que los algoritmos irán afinando las conclusiones a medida que se añada nueva información.
El Gobierno defiende su gestión
El Gobierno utiliza el descenso de las últimas cifras de contagiados y fallecidos como una muestra de su buena gestión de la crisis, mientras que sus detractores recuerdan que el ejecutivo y sus asesores conocían el potencial peligro del virus mucho antes de que se tomaran las primeras decisiones importantes para hacer frente a la pandemia.
Así, la gestión del gobierno español ha causado la indignación tanto de la oposición, muy crítica con la falta de diálogo con el resto de formaciones y los agentes sociales, como de sectores clave como el de médicos y enfermeros, que han criticado duramente al ejecutivo por no haber hecho acopio de material de protección con suficiente antelación.
Mientras el director de emergencias sanitarias, Fernando Simón, y el núcleo duro del Gobierno defienden su gestión mostrando la rápida recuperación gracias a las medidas de confinamiento, sus detractores recuerdan que España ha liderado los países con más contagios y fallecidos del mundo, y con más mortalidad entre el personal sanitario.