Aunque las expectativas de encontrar una vacuna eficaz y segura para el coronavirus estén puestas a largo plazo, las investigaciones avanzan a buen ritmo en todo el planeta.
En el caso español, el Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) cuenta con dos grupos de investigación liderados por algunos de los científicos más destacados de nuestro país.
Por una parte, el equipo liderado por Mariano Esteban y por otro el grupo formado por los virólogos Luis Enjuanes e Isabel Sola.
Prototipo experimental con ratones
El equipo del investigador español Mariano Esteban ha desarrollado un prototipo experimental, todavía en una fase muy incipiente, que tiene como objetivo lograr una respuesta inmune sin riesgo de desarrollar la enfermedad.
Esta vacuna emplea una versión atenuada del virus Vaccinia, ya utilizado en la erradicación de la viruela en la década de 1970, aunque en este caso se le ha insertado información genética del nuevo coronavirus.
La próxima semana el equipo iniciará la fase de ensayos clínicos con 30 ratones de laboratorio, aunque esto solo supone un pequeño paso para su desarrollo efectivo, que podría llevarse a cabo dentro de un año o año y medio.
En caso de que todo evolucionase favorablemente, la vacuna pasaría por distintas fases de prueba. Tras los ratones de laboratorio, se haría una segunda prueba con ratones humanizados, es decir, modificados con genes humanos.
Después se pasaría a los macacos y, por último, comenzarían las pruebas con humanos voluntarios. Primero con un número reducido de voluntarios sanos, después se examinaría su efecto en unas 500 personas en situación de riesgo y al final se haría un último ensayo a gran escala con miles de personas.
Versión atenuada del virus SARS-CoV-2
Por otra parte, la investigación realizada por los virólogos Luis Enjuanes e Isabel Sola trabaja en otro candidato a vacuna, basado en una versión atenuada del virus SARS-CoV-2, causante del Covid-19.
Este equipo emplea una tecnología que ya ha funcionado a nivel experimental con el SARS y el MERS. Partiendo de la premisa de que el virus se multiplica, pero no se disemina, el desarrollo de esta vacuna se basa en lo que se denomina «virus suicida».
A pesar del gran esfuerzo de los dos equipos españoles, los propios investigadores tienen poca confianza en que estas iniciativas logren desarrollar una vacuna eficaz.
«Las posibilidades son reducidas, como cualquier proyecto de estas características en una fase inicial» señalaba Luis Enjuanes hace una semana en una entrevista a 'El País'.
Atraso en la investigación española
El ministro de Ciencias, Pedro Duque, hace unas semanas mostró su confianza en que los «laboratorios españoles encuentren la primera vacuna que fuera útil para esta pandemia», aunque esto parece un escenario bastante alejado de la realidad.
La vacuna del grupo de Esteban, de momento, es solo una más de las 76 investigaciones registradas por la Organización Mundial de la Salud y la dotación económica destinada a la investigación en España está muy lejos de equipararse a la financiación de otros países.
De hecho, en el grupo liderado por Esteban trabajan tan solo ocho personas, mientras que otras investigaciones científicas desarrolladas en otros países cuentan con equipos muy amplios y multidisciplinares.
Sin ir más lejos, antes de la crisis del 2008 el equipo de Mariano Esteban estaba formado por 18 personas. Tras los recortes en investigación disminuyeron drásticamente su capacidad para continuar desarrollando vacunas experimentales prometedoras contra el ébola, el zika, el chikunguña o incluso el VIH.
La falta de financiación relega a nuestros talentosos científicos a la cola de la investigación en el mundo.
A pesar del gran esfuerzo de nuestros equipos, la ausencia de recursos supone que los dos candidatos a vacuna españoles vayan mucho más atrasados que el resto de vacunas experimentales en el mundo.
En este momento, ya hay cinco vacunas experimentales que están siendo probadas en humanos, como la impulsada por la empresa biotecnológica estadounidense Moderna y la diseñada por la firma china CanSino Biologics.