El pasado miércoles 23 de septiembre desapareció Rocío Gea Pérez, una chica de 43 años, tras dejar a sus hijos en el colegio.
Se trata de una mujer de complexión delgada, pelo largo y que vestía un pantalón vaquero y una chaqueta negra que tenía previsto acudir a un funeral después de llevar a sus niños a la escuela, pero jamás llegó al tanatorio al que tenía que asistir, que se encuentra cerca del centro escolar, y desde entonces nada se ha sabido de ella.
Aunque lo que sí han conseguido hallar ha sido el coche, completamente cerrado, con el que acudió al lugar, aparcado a tan solo 7 minutos del centro fúnebre. Aunque no era el sitio más cercano para estacionar el vehículo. «Hay zonas de estacionamiento mucho más cercanas a dónde se hacía el funeral que esa. Quizá pensó que la otra zona estaría llena».
¿Desaparición por voluntad propia?
Fue su marido, Richard, el encargar de notificar su desaparición a las autoridades y muy conmocionado explicó que no sabía qué había podido suceder para que Rocío desapareciera.
No sabe si su mujer se ha ido por voluntad propia o ha sido una tercera persona la que la está reteniendo. Aunque optan más por la segunda hipótesis porque su teléfono está apagado y tampoco dejó ninguna nota antes de desaparecer. Además la mujer no tenía prevista ninguna otra cita ni ningún recado más allá de acudir a un funeral.
Una desaparición que tiene en vilo a todo el municipio de Requena donde no han parado de buscarla desde su desaparición el pasado miércoles.
Se han organizado batidas de voluntarios y la Guardia Civil están rastreando la zona en busca de alguna pista que pueda acercarles a su paradero. «Tenemos desplegados efectivos de distintas unidades».
Sus familiares están desesperados y hacen un llamamiento a la ciudadanía para que se aporte cualquier dato que pueda servir para encontrar a Rocío.