La pandemia que acecha a España desde marzo de 2020 ha dejado miles de historias dramáticas en nuestro país. Hay una por cada uno de los más de 80.000 fallecidos por coronavirus en el último año. Pero a nadie se le escapa que las residencias de ancianos han sido escenario del absoluto sufrimiento de miles de personas y de sus familias.
La de Encarna Vega es una de estas historias absolutamente trágicas y del todo conmovedoras. La anciana, de 81 años, falleció en una residencia de La Moraleja, en la Comunidad de Madrid, tras recibir una atención que está siendo investigada. 'El Mundo' recoge este lunes, 7 de junio, lo que ocurrió en este geriátrico con Encarna, en un caso que pone los pelos de punta.
Encarna Vega, la paciente que murió por covid porque ir al hospital «estaba prohibido»
Era 26 de marzo de 2020 cuando Charo Suárez, hija de Encarna, recibió una llamada de la residencia donde se encontraba su madre. En la conversación, le comunicaron que su progenitora tenía síntomas de covid-19 y que la ponían en aislamiento, tal y como indican los protocolos. Tenía 81 años y sufría un cuadro grave de depresión, pero estaba físicamente bien, sin problemas en órganos como el corazón o los pulmones.
Ante la persistencia de los síntomas, Charo, que reside en Valencia y por tanto a 350 kilómetros de La Moraleja, fue aumentando su preocupación. Llegó a plantearse viajar hasta allí y dormir en el coche, e incluso se ofreció a la residencia para cuidar ella misma a su madre. Lo había hecho durante 11 años y quería estar a su lado ante el evidente empeoramiento de su estado de salud.
Finalmente, logró convencer a la Policía Local de Alcobendas para que visitaran a su madre y, a través de un dispositivo móvil, poder verla. Lo hicieron en varias ocasiones y, si en los primeros días Encarna no estaba tan mal, rápidamente fue empeorando hasta mostrarse casi vegetativa. Encarna requería atención hospitalaria pero la residencia aseguró a la familia que «no podían llevarla al hospital porque el Gobierno lo había prohibido».
El médico de la residencia aseguró a la hija de Encarna, Charo, que su madre necesitaba una UCI. Pero a la vez, reiteraba esta supuesta «prohibición» por parte del Gobierno. Tras días de shock y confusión, la mañana del 3 de abril, Charo llamó directamente al Hospital Infanta Sofía y logró hablar con el gerontólogo.
Según la hija de Encarna, en el hospital le aseguraron que había plazas
Y su sorpresa fue mayúscula. Desde el Infanta Sofía, le aseguraron que no tan solo no existía tal prohibición, sino que su deber era tratar a su madre. En la conversación con el médico de este hospital, le aseguró que tenían espacio para atenderla y que la obligación de la residencia era trasladarla».
Eran las doce del mediodía del 3 de abril de 2020. Horas más tarde, Charo supo que su madre, Encarna, había fallecido a las nueve de la mañana de ese mismo día. Demasiado tarde, y con el 'shock' de saber que en el hospital no solo hubiera sido atendida, sino que fue la residencia quien lo evitó.
Una historia sin duda escalofriante y por la que Charo ya está luchando para esclarecer los hechos. ¿Qué ocurrió? ¿Por qué la residencia dijo que estaba prohibido llevar a Encarna al hospital? 'El Mundo' recoge la sintética versión del centro geriátrico, que dice que siguió los protocolos establecidos. Tras todo esto, la hija de Encarna ya se ha puesto en contacto con el Defensor del Paciente y ha iniciado una reclamación que puede acabar en manos de la Justicia.