La investigación de la desaparición de Anna y Olivia Gimeno ha vuelto a cambiar de rumbo este fin de semana.
La Guardia Civil no ha dejado de trabajar en la búsqueda de las dos menores desde el pasado 27 de abril, pero las pistas que hay son escasas.
Razón por la cual los efectivos siguen manteniendo todas las líneas de investigación abiertas y no han descartado ninguna hipótesis.
Pese a ello, durante los últimos días ha cogido fuerza la idea que señala que Tomás Gimeno terminó con la vida de las niñas y luego arrojó sus cuerpos al mar.
El buque Ángeles Alvariño lleva rastreando el fondo marítimo desde el pasado 30 de mayo para confirmar o desmentir esta teoría.
Sin embargo, no ha conseguido hallar nada relevante para el caso. Por este motivo, ha cambiado de zona para seguir con las pesquisas.
Nuevo rumbo en la investigación
Ahora la embarcación se ha centrado más al Sur para volver a centrar el rastreo en las aguas situadas frente al término municipal de Santa Cruz de Tenerife.
Se trata de una zona que está situada a una mayor distancia de la costa que la principal donde se ha centrado la investigación.
El buque Ángeles Avariño ha centrado sus pesquisas más allá del lugar donde fue hallada la embarcación de Tomás vacía y a la deriva.
Un área que comprende desde Cabildo hasta delante del suroeste del término municipal y a una distancia de una milla náutica de poco más de 6,5.
La razón por la que ha centrado principalmente allí la investigación es para tratar de averiguar los pasos del padre de las niñas.
El buque ha intentado obtener alguna pista a partir del lugar donde se perdió la cobertura del teléfono de Tomás Gimeno.
Asimismo, han intentado averiguar el recorrido que realizó con su lancha a través del combustible que utilizó el pasado 27 de abril.
Pese a que las pesquisas se han centrado en esta zona, también han investigado el lugar donde fue hallada su embarcación.
La lancha del padre de las pequeñas fue encontrada la mañana siguiente a la desaparición vacía y a la deriva frente al Puertito de Güímar.
A pesar de todos los esfuerzos que están haciendo los efectivos, las zonas que están siendo examinadas son muy difíciles.
Son lugares plagados de precipicios submarinos, con fondos rocosos y de gran profundidad, lo que complica desmesuradamente el hallazgo de pistas clave.
Son muy pocos los indicios que hay sobre el posible paradero de Anna, de Olivia y del padre de las dos menores.
Salvo que el nuevo rumbo del buque encuentre alguna novedad importante, la campaña del Ángeles Alvariño se agotará sin haber encontrado nada relevante para el caso.
Sus allegados mantienen la esperanza
Aunque durante los últimos días ha cogido fuerza la opción del asesinato, no es la única teoría que se está barajando.
La Guardia Civil también está estudiando la posibilidad de que Tomás haya huido junto a las niñas fuera de España y se esté escondiendo en otro país.
Una hipótesis que ha sido secundada por todos sus allegados, quienes no creen al hombre capaz de hacerle daño a las pequeñas.
Toni Herrera, un amigo del padre de las menores, así lo defendió hace unos días en los medios de comunicación canarios.
«Los que lo conocemos seguimos creyendo que se fugó a Sudamérica con ellas. Además, sabemos que la Guardia Civil está investigando ahora otros barcos que hicieron movimientos extraños, pero está claro que esto no es fácil, todo lleva un proceso y no es tan rápido como quisiéramos».