Imagen de una calle de Córdoba

Confirmado: Ya se sabe como afectará el calor del verano al coronavirus

Un estudio español explica qué pasará cuando lleguen las altas temperaturas

Imagen de una calle de Córdoba
El calor no eliminará el virus, pero frenará su propagación | Redacción

Quedan pocos meses para que el verano haga su entrada y todas las esperanzas para que la pandemia provocada por el Covid-19 llegue a su fin reside en la llegada de las altas temperaturas. Sin embargo, algunos  expertos no están tan seguros de que el calor logre acabar con el virus.

El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Fernando Belda, se mantiene positivo después de que su equipo haya encontrado signos de correlación entre el frío y la propagación de la epidemia: «Estamos viendo un patrón: a menor temperatura, mayor afectación» explica Belda. Lo que podría explicar que, aunque el verano no logre terminar con el virus, al menos sí que frenará el ritmo de contagios.

No solo los científicos son los únicos que están estudiando la evolución del virus, los meteorólogos también juegan un papel importante para establecer cómo se comportará la pandemia en los meses siguientes teniendo en cuenta el cambio de estaciones y el clima.

Para ello los investigadores llevan trabajando en un estudio donde  han analizado la temperatura de cada comunidad autónoma durante 14 días y el número de contagios, descubriendo que hay un patrón que se repite.   

El calor reduce su avance pero no elimina el virus

Donald Trump fue el primero que confío en el calor como el aliado perfecto para acabar con la pandemia: «Parece que en abril, en teoría, cuando aumentan un poco las temperaturas, desaparece milagrosamente» dijo el pasado 10 de febrero. Sin embargo, un comité de las academias nacionales de ciencias de EE UU, le recomendó que no confiara en que el calor terminara con el virus.

Países como Australia e Irán  donde su clima es prácticamente veraniego, han sufrido también la llegada y la rápida propagación del coronavirus, un claro ejemplo de que no hay nada que lo frene.

«El SARS-CoV-2 tiene una envoltura lipídica, lo que debería hacerlo más sensible a los cambios en la temperatura, en la humedad relativa y en la radiación ultravioleta.  Lo esperable en un virus con envuelta lipídica es ver una correlación con las variables meteorológicas» explica Carl Heneghan, director del Centro para la Medicina Basada en la Evidencia de la Universidad de Oxford.

Así mismo se espera que, si bien el Covid-19 ha llegado para quedarse y con el calor no desaparecerá, «podría transmitirse de manera menos eficiente en entornos con mayor temperatura y humedad».

El covid-19 podría reproducirse también durante el verano

El hecho de que se trate de un virus nuevo donde todavía no hay un gran número de personas inmunes, puede provocar que no sea estacional. A diferencia de la gripe, que necesita una condiciones climáticas específicas para propagarse por una población con muchas personas ya inmunes tras haber superado la enfermedad en años anteriores, el covid-19 podría reproducirse fuera de temporada.

Un estudio español también está trabajando en un análisis donde se incluyen otros factores ambientales como la humedad, la radiación ultravioleta y la contaminación atmosférica junto con los ingresos hospitalarios, los ingresos en la UCI y la mortalidad para delimitar «zonas de riesgo en tiempo real a nivel provincial» para poder actuar.

Por ahora el periodo analizado en España es muy corto y faltan aspectos que incluir en el estudio, por lo que todavía no se puede hacer una valoración definitiva sobre el comportamiento del virus en altas temperaturas: «La iniciativa es interesante, más como variable a considerar en un segundo brote que por su utilidad actual».