Ryan Munsie, una mujer de 31 años, fue asesinada por dos menores de 14 años cuando se encontraba trabajando como repartidora de comida a domicilio para la empresa Uber Eats.
La víctima estaba a punto de entregar un pedido a un cliente en un edificio del Northern Cross Boulevard, en Haltom City (Texas), cuando fue asaltada por dos adolescentes que le propinaron varias puñaladas con un cuchillo. Según la información que ha compartido 'People', una de ellas fue mortal.
Uno de los vecinos del inmueble fue quien encontró el cuerpo sin vida de Ryan Munsie en uno de los pasillos del boque alrededor de las 21:35 horas.
Pese a que llamó inmediatamente a los servicios de emergencias y a las autoridades, que se trasladaron rápidamente hasta el lugar de los hechos, no pudieron hacer nada. La mujer ya había fallecido.
Tras descubrir el cadáver de Ryan Munsie, la policía puso en marcha un dispositivo para localizar a los posibles autores del asesinato.
Dos menores de 14 años detenidos como presuntos autores
Las autoridades norteamericanas consiguieron detener a dos adolescentes de 14 años como presuntos autores del delito algunos días después. La imagen de los agresores no ha trascendido por ser menores de edad.
Según las primeras investigaciones, el principal objetivo que tenían los menores era robarle a la mujer.«Fue algo aleatorio. Estos dos jóvenes estaban buscando a alguien a quien robar y se encontraron con ella. Lo único que sabemos que se llevaron fue su teléfono móvil. Parece bastante absurdo matar a alguien por eso», dijo Eric Petersen, el sargento del Departamento de Policía de Haltom City.
Los adolescentes fueron encontrados en un complejo de apartamentos a menos de un kilómetro donde se produjo el asesinato después de encontrar evidencias que los relacionaban con el caso. El móvil de la víctima fue hallado en un contenedor cerca del inmueble.
«Con la ayuda del equipo SWAT, los detuvieron. Estaban fuera de su complejo de apartamentos en Fort Worth, justo en las afueras de nuestra ciudad, que está muy cerca de donde ocurrió el suceso».
Tras atraparles, los jóvenes fueron trasladados al Centro de Justicia Juvenil del Condado de Tarrant en Fort Worth y ahora se enfrentan a cargos de homicidio en primer grado.
«Todavía estoy en shock»
La víctima era madre de tres hijos de 5, 10 y 11 años y había empezado a trabajar en Uber Eats después de que el estallido de la pandemia afectara a su familia económicamente.
«Ella es la mejor persona que he conocido en mi vida. Daría lo que fuera por darle lo que quería y ella hacía lo mismo. Ella quería hacer feliz a todo el mundo, quería trabajar, y se aseguró de que nuestros hijos tuvieran un futuro», ha explicado su marido, Camaron Graham, a un medio local.
«Siempre se lo estaba pasando bien, haciendo reír a la gente. Era generosa y amable», destacó Baile Ables, una amiga de la víctima, en una entrevista. «Era una muy buena persona». Ella también fue la encargada de abrir una página en GoFundMe para recaudar dinero para ayudar a la familia a sufragar los gastos del funeral.
«Todavía estoy un poco en estado de shock. Hacía tiempo que no la veía. Todavía no soy consciente de lo que ha sucedido. Toda esta situación me confunde y lo único que puedo hacer es preguntarme por qué».
Las autoridades piden prudencia a los repartidores
Las autoridades norteamericanas han aprovechado el asesinato de Ryan Munsie para recordar a «todos, especialmente a las personas que trabajan repartiendo a domicilio, que estén atentos a su entorno en sus actividades diarias y cuando se encuentren en lugares desconocidos».
Asimismo, han animado a llamar al «departamento de policía» si se encuentran con «personas o actividades sospechosas».