Los hosteleros españoles tienen que hacer cambios para afrontar la crisis. Después de un verano flojo, se enfrentar ahora a un otoño todavía más complicado.
Las bajas temperaturas y las restricciones horarias impedirán a estos negocios funcionar con la misma normalidad que en años anteriores. Así que los hosteleros tienen que ingeniárselas para tratar de sobrellevar de la mejor forma posible esta temporada.
«Estamos muy, muy, muy preocupados», afirma José Luis Yzuel, presidente de la confederación Hostelería España. «El otoño se presenta con nubarrones negros y ya estamos en una situación de alto desastre. Esta estación llega acompañada de todos los rebrotes que se producen en todas las comunidades y que, como es evidente, se van a seguir produciendo y esto genera un auténtico pánico en todos nuestros clientes», subraya a ‘RTVE.es’.
«Se está demonizando la hostelería y se genera miedo a los interiores cuando en el otoño inevitablemente va a tener que haber un uso de esos espacios porque las terrazas desaparecen en su mayoría. El problema es que el interior está ya muy restringido, sobre todo en lugares con rebrotes, y esto hará que se pierdan muchos clientes», añade Yzuel.
Reinventarse o morir
Lo cierto es que para lograr sobrevivir muchos negocios van a tener que reinventarse. Una de las opciones que se plantean los hosteleros es hacer reformas para cerrar parte de su zona de terraza con toldos de plástico. Así podrían atender a un mayor número de comensales.
De hecho desde Hostelería España apuntan que se prevé que habrá un «importante aumento» de terrazas climatizadas en los próximos meses.
En línea con ello, desde la Asociación de Hostelería de Madrid han solicitado que se autorice, de forma generalizada, la instalación de estufas en las terrazas para hacer la estancia de los clientes más confortable en estos meses de bajas temperaturas.
También piden que se autorice la instalación de paramentos verticales en las terrazas ubicadas en zonas donde no se permite la instalación de cerramientos estables, como en la zona centro o en los puntos protegidos de la ciudad, explica su presidente, Juan José Blardony.
Otra medida importante
Los hosteleros no se quedan sólo ahí. Hay otra medida que ven necesaria ahora que la limitación del horario de servicio está vigente.
Los negocios hacen un llamamiento a sus clientes para que se adapten a un horario más europeo.
«Aquí tenemos cerca un teatro y un cine. Antes, la gente salía sobre las 22:00 horas y tomaba unas raciones, pero ya ni se acercan», lamenta el encargado del restaurante ‘De Manila’, donde han adelantado el horario nocturno de apertura a las 19:15 horas.
«El problema es que aquí en España la gente sigue comiendo muy tarde. La hora media son las 15:00 y a las 20:00 todavía es pronto para cenar», añade su propietario.
Como él, otros muchos propietarios de restaurantes también están pidiendo a los clientes que salgan antes a cenar. Para ello han apostado por ofrecer las cenas en dos turnos.
«Estamos buscando alternativas para intentar que lleguen antes y a veces funciona, pero en general es complicado. Son hábitos muy asumidos por la población y aquí se sale tarde de trabajar», comenta Blardony.
Quizá hacer un poco más flexible esa medida puede ser una solución para numerosas empresas, que tendrían así más margen en el turno de cenas.
Un IVA superreducido
Desde la Asociación de Hostelería de España hacen peticiones muy concretas. Aunque no servirían para ayudar a quienes ya se han hundido, podrían mantener vivos a quienes han logrado resistir.
Entre sus propuestas se encuentran los bonos al consumo, reducciones de las cuotas de alquiler y aplazamientos de deuda, así como la aplicación de «un IVA superreducido en los productos consumidos en la hostelería».
Esto, dicen, contribuiría a aumentar el gasto en este canal y la medida ayudaría a mitigar parte del dramático impacto que están sufriendo los bares y restaurantes españoles.