Pese a que el Gobierno español recibirá 140.000 millones de euros de la Unión Europea, no se da por aludido ante las exigencias de Bruselas y mantiene en pie sus planes es incrementar algunos impuestos en los próximos Presupuestos y los de derogar los aspectos más nocivos de la reforma laboral de 2012.
Así lo ha afirmado María Jesús Montero, ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, que denegado la opción de aplazar los planes sobre la reforma, ya que en los criterios de acceso al Fondo de Recuperación de la UE no figura ningún tipo de condición sobre esto. Según ha explicado, esa fue una reclamación del ministro de holanda, Mark Rutte, que finalmente no se ha plasmado en el informe.
Por lo que para llevar esto a cabo, el Gobierno mantiene en pie su intención de reanudar la Mesa de diálogo social aunque todavía no tienen una fecha fijada.
Derogación parcial de la reforma del 2012 y subida de impuestos
También ha declarado que la intención es hacer una derogación parcial de la reforma y así lo han pautado en la Comisión, dejando claro que Bruselas no ve ningún inconveniente en ello. «Dentro de estas recomendaciones, que suscribimos, figura reforzar la capacidad y la resiliencia del sistema sanitario, medidas que se encaminen a preservar los puestos de trabajo y coberturas para las rentas mínimas o la capacidad de proporcionar liquidez a las pymes», ha explicado Montero.
Sin embargo, esta derogación parcial de la reforma también ha generado desacuerdos entre el Consejo de Ministros. La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, prefiere mantener la reforma del 2012 como está.
Además ha destacado que recurrir a la ayuda europea sin subir los impuestos «puede ser hasta contradictorio». Ha afirmado que esta subida «es imprescindible para que un país sea solvente a la hora de reclamar los recursos que necesita».
«Lo que no puede ser es un Estado miembro que solicita lo que necesita y no haga sus propios deberes», ha manifestado Montero y ha defendido la nueva reforma alegando que esta «permitirá que nuestros ingresos se parezcan más a los países de nuestro entorno», por lo que considera que el aumento de impuestos con la demanda de ayuda es «coherente».