La fuga de la británica Alison Gracey, acusada de un delito de homicidio, ha acabado después de 10 años con su detención en España. Ayer compareció ante la Audiencia Nacional, que ahora tendrá que decidir sobre su extradición a Estados Unidos. La mujer ha defendido su inocencia y pide su puesta en libertad.
Alison Gracey es una mujer de 54 años originaria del norte de Irlanda. Estaba en busca y captura desde el año 2011 por homicidio involuntario y falsedad documental. Ella y su marido, que también se encuentra en paradero desconocido, llevaban una empresa donde hace diez años ocurrió un siniestro.
La empresa de alquiler de barcos que regentaban Alison Gracey y Christopher Jones se dedicaba a hacer excursiones de buceo en Florida. El 18 de diciembre de 2011 una de sus embarcaciones se hundió con dos personas dentro. Uno de ellos se salvó, pero Aimee Rhads, un hombre de 36 años, falleció.
Según la Fiscalía, el barco estaba "en condiciones extremadamente malas para salir a navegar" ya que "con frecuencia se llenaba de agua". Dos años antes, las autoridades les habían prohibido transportar a personas en la embarcación. Sus trabajadores les advirtieron en varias ocasiones de los problemas.
Acusada de un delito de homicidio
La Fiscalía les acusó de un delito de homicidio involuntario, castigado entre 1 y 4 años de cárcel. Además, ni Alison ni su marido eran estadounidenses y, según la legislación, no podían ser propietarios de una embarcación como esa. Por eso se les condenó también por un delito de falsedad documental.
De acuerdo con el escrito de acusación, "convencieron a un empleado de su negocio para que firmara un certificado de titularidad de la embarcación con el fin de evadir la ley". Tras haberse declarado los cargos contra ellos, los dos decidieron huir de la justicia. Desde entonces estaban entre los delincuentes más buscados de América.
Aparición en una cadena de máxima audiencia
La fuga de los dos imputados pareció haber acabado en junio de 2015, cuando fueron arrestados en la isla caribeña de Sint Maarten. Pero las autoridades les pusieron en libertad bajo fianza y volvieron a escapar. La última vez habían sido vistos en Francia, en 2017.
Con el cartel de "America's Most Wanted" aparecieron hace unos meses los rostros de Alison y su marido en la tele. Fue en la cadena Fox, uno de los canales de mayor audiencia en Estados Unidos. También mostraron una recreación de la delincuente huida en 3D y dando vueltas a su silueta.
"Es rubia, pero puede haberse cambiado el pelo", explicaba a toda la audiencia la presentadora Yodit Tewolde. La aparición del caso en la tele ayudó a reactivar la búsqueda de estas dos personas en todo el mundo. Y su detención acabó teniendo lugar poco después en el norte de España.
Alison fue detenida en Bizkaia el pasado 4 de abril y ayer compareció ante la justicia con una camiseta blanca, un pantalón vaquero y un característico moreno. No parecía la persona cuya imagen habían difundido meses antes las televisiones americanas. Necesitó un intérprete para defender su inocencia.
La fiscalía pide su extradición
El Consejo de Ministros autorizó el pasado mes de junio la tramitación del expediente de Alison para su extradición. La justicia tendrá que decidir ahora sobre el envío de la presunta homicida a Estados Unidos. La defensa ha argumentado que el delito ha prescrito, y ha pedido su puesta en libertad.
Pero la Fiscalía ha alegado que los tiempos judiciales no son los mismos en España que en Estados Unidos. Según su punto de vista, no se trata de si Alison es inocente o culpable, sino de si debe ser extraditada o no. Y defiende que tiene que ser extraditada para que sea juzgada por la justicia norteamericana.
Según la defensa, el resto de los encausados fueron juzgados y liberados, y ha solicitado "que no se acuerde la extradición". El fiscal ha señalado que "no era necesario que estuviera allí ni que hubiera falsificado el documento para mantener su entrega a los Estados Unidos.