Un sorprendente acontecimiento ha tenido lugar en Suzhou, China. Una mujer ha descubierto en la boda de su hijo que la mujer con la que iba a pasar por el altar era en realidad la hija perdida a la que llevaba buscando desde hacía más de 20 años.
La marca de nacimiento
Ha sido gracias a una marca de nacimiento en la mano de la prometida lo que ha despertado las sospechas de que la novia podría ser aquella niña a la que le perdió la pista hace ya más de dos décadas.
La hija que ella había perdido tenía un lunar similar, por lo que la mujer no lo dudó y se acercó a los padres de la prometida de su hijo para preguntarles si la joven era adoptada.
La pareja respondió con indignación en un primer momento en el que quedaron completamente sorprendidos por la pregunta, pero finalmente terminaron reconociendo que, en efecto, no era su hija biológica.
El matrimonio, al parecer, había guardado el secreto de la adopción de la joven con gran recelo y muchos de los asistentes a la ceremonia reconocieron que no sabían que era adoptada.
Según la información que ha compartido el medio 'Oriental Daily News', la niña fue hallada en una carretera hace ahora más de dos décadas y desde entonces ellos la habían criado.
Asombro, emoción e incertidumbre
Tras descubrir que la mujer que estaba a punto de casarse con su hijo era su hija biológica, el festejo de la boda quedó parcialmente eclipsado por el reencuentro entre ellas, que no podían salir de su asombro y su alegría por haber podido volver a reunirse más de dos décadas después.
Además, ambas reconocieron la enorme casualidad que les había llevado a poder volver a encontrarse tras 20 años separadas.
A pesar de que en un primer momento todo fue alegría, al descubrir que la persona con la que estaba a punto de contraer matrimonio era en realidad su hermano, la novia no tardó en sacar a flote sus dudas acerca de su futuro con su novio.
Tanto él como ella, que todavía estaban totalmente incrédulos por lo que acaba de suceder, empezaron a plantearse si seguir adelante con la boda o si, por el contrario, detenerla.
Sin embargo, la propia madre de ambos les pidió que no la detuvieran y les dio la clave para que siguieran con la ceremonia.
«Ninguno de ellos nació con mi sangre»
La mujer explicó y aseguró que ninguno de sus hijos era biológico. Ambos eran adoptados y, por lo tanto, no habría problemas genéticos si más adelante la pareja quería ampliar la familia y tener un bebé.
«No tengo ninguna objeción al matrimonio de mi hija y a mi hijo adoptivo. Porque ninguno de ellos nació con sangre. Así que su matrimonio es aceptable para mí», dijo.
Según la información que han compartido los medios locales, la mujer pasó mucho tiempo buscando a la niña tras perderle la pista sin éxito y tras no encontrar a su pequeña, decidió adoptar a otro niño.
De esta forma, se convirtió en la madre del joven que ahora se ha enamorado de la hija que perdió hace dos décadas y con la que se ha podido volver a encontrar gracias a él.
Tras saber que ambos eran adoptados y obtener la bendición tanto de una madre como de la otra, los novios decidieron seguir adelante con la boda.
Pese a que todavía estaban completamente impactados emocionalmente por aquel reencuentro que sorprendió a todos los asistentes de la ceremonia, el enlace pudo continuar sin más incidentes.
La pareja se dio el 'sí, quiero' en una ceremonia que jamás olvidarán y ahora tanto ellos como el resto de familiares y amigos tienen un doble motivo de celebración.