Más de un centenar de personas han ocupado un prado situado en la localidad zamorana de Vime de Sanabria para celebrar una fiesta «ilegal» este fin de semana. Al parecer, habría empezado el viernes y se alargó hasta el domingo.
El grueso de los asistentes llegó a este pueblo de apenas 60 habitantes el viernes y se situó en el terreno de una vecina, que ha denunciado los hechos a la Guardia Civil, según información de La Opinión de Zamora, de la que se hace eco Europa Press.
En general, según el citado medio, todos los vecinos han expresado su malestar a los agentes por una fiesta que, según han señalado los propios habitantes de la zona, fue impulsada por un joven que veranea en la localidad, y que atrajo a personas procedentes de Madrid y de varias capitales de Castilla y León.
La fiesta continuó durante toda la noche, y también se prolongó a lo largo de la mañana siguiente, por lo que precisó de la presencia de la Guardia Civil, que multó a varios jóvenes por la tenencia de sustancias estupefacientes y por no usar la mascarilla en la vía pública.
Aparte de estas circunstancias, los vecinos se quejaron de la presencia de numerosos forasteros en el pueblo, del ruido de la música y de la inseguridad sanitaria que ha creado la fiesta en un pueblo que, como el resto, continúa preocupado por la posible propagación del coronavirus.
La Guardia Civil tuvo que proceder a un desalojo «pacífico»
La Guardia Civil ha inició el desalojo «pacífico» de la fiesta ilegal que se estaba celebrando en la localidad zamorana de Vime de Sanabria desde el viernes.
El subdelegado del Gobierno en la provincia, Ángel Blanco, ha confirmado a través de un comunicado remitido a Europa Press que los agentes expulsaron a los asistentes de la zona a última hora de la tarde del domingo, cuando recibieron la resolución judicial pertinente.
En ese sentido, Blanco ha explicado que, minutos antes de las nueve de la tarde, apenas quedaban treinta jóvenes en el prado, propiedad de una vecina de Vime de Sanabria que ya el viernes había denunciado los hechos ante la Guardia Civil.
El subdelegado ha señalado que los agentes llevaban un día esperando la orden para el desalojo, que se ha autorizado en base a «motivos sanitarios». Ahora bien, Blanco ha destacado el papel disuasorio de la Guardia Civil en las horas previas: «Se ha evitado un efecto llamada», ha indicado.
A juicio del subdelegado, la presencia de la Benemérita sobre el terreno desde el pasado viernes ha logrado que muchos de los más de cien jóvenes que se habían reunido en este pueblo de apenas 60 habitantes «se fueran» y que, quienes se quedaron, sintieran «el aliento de la Guardia Civil».
No en vano, según ha recordado Ángel Blanco, el dispositivo de la Guardia Civil permitió controlar el acceso de vehículos a la zona desde el viernes y facilitó «la identificación de muchos de los asistentes». Además, los agentes formularon denuncias por el incumplimiento de la distancia social o del uso de la mascarilla, así como por la tenencia de sustancias estupefacientes.
Blanco ha querido agradecer esa tarea de la Guardia Civil, y también «la colaboración y comprensión de los vecinos», que han vivido horas de tensión por la presencia de numerosos desconocidos en el pueblo, y que han expresado su preocupación, no solo por sus bienes materiales, sino también por la posibilidad de verse contagiados por la COVID-19.
El subdelegado del Gobierno ha reprobado esos «comportamientos impropios, insolidarios y poco generosos» de estos jóvenes, y ha confirmado que la quedada se organizó a través de las redes sociales. Según la información, publicada por La Opinión de Zamora, de la que se hace eco Europa Press, el instigador de esta fiesta habría sido un madrileño que veranea en Vime de Sanabria, aunque Ángel Blanco no ha aportado ningún dato más en relación a este asunto.