Mientras todo el mundo está pendiente de la huida de España del rey emérito Juan Carlos I y los casos judiciales en torno a Unidas Podemos, el líder del PP, Pablo Casado, aprovecha para hacer importantes cambios alejado de los focos. Y aunque nadie les presta atención, pueden ser claves para el nuevo curso político en España.
Sobre todo porque la moción de Vox, aunque con pocas posibilidades de salir adelante, era un motivo de gran inquietud en Moncloa. Pero con la nueva estrategia del PP de Casado, el Gobierno de Pedro Sánchez, en la cuerda floja, conseguiría una legislatura larga.
La intención de Pablo Casado es llevar al PP de nuevo hacia la moderación tras un período de gran tensión en torno a la gestión de la pandemia por parte del Gobierno. Casado ya se ha hecho a la idea de que no es posible echar a Sánchez de la Moncloa a corto plazo y su idea es moderar el tono para llegar a posibles acuerdos con el Gobierno.
La decisión que marca el inicio del cambio es la destitución de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz, y su sustitución por Cuca Gamarra. Pero además, el nombramiento de Ana Pastor como vicesecretaria de Política Social y el ascenso de José Luis Martínez-Almeida al cargo de portavoz nacional del PP, ratifican el viaje al centro.
Cayetana Álvarez de Toledo fue una apuesta personal del propio Casado que, de hecho, fue muy polémica y contó con una fuerte oposición en sectores del partido. Álvarez de Toledo es una de las voces más duras de la derecha, a la que el flamante líder de los populares quiso utilizar para explotar el conflicto en Cataluña.
Además, la hasta ahora portavoz mantenía un pulso con el número dos del partido, Teodoro García Egea, y fue apartada de la campaña electoral en Galicia y el País Vasco, en julio. Las críticas de Álvarez de Toledo a la política de acercamiento al Gobierno de Pablo Casado han motivado su cese definitivo.
En Génova 13 creen que la función de un portavoz es ejecutar las decisiones del líder, y que Álvarez de Toledo se había tomado muchas licencias al criticar abiertamente y en repetidas ocasiones a la dirección y a algunos barones como Alberto Núñez Feijóo.
Acercamiento al círculo de Rajoy
Como primer paso, la cúpula destituyó a su asesor parlamentario, Gabriel Elorriaga, en lo que Cayetana denunció como una invasión de competencias por parte de Teodoro García Egea. Pero ha ido un paso más allá, y ha revelado el motivo por el que Pablo Casado ha ordenado su cese: una crítica al propio líder del partido en una entrevista en «El País».
Según ha explicado, el propio Pablo Casado le ha confesado que su destitución se debe a las críticas en esa entrevista, pero ha dejado claro que se va en disconformidad con la dirección y manteniendo su discurso radical de oposición frontal al Gobierno.
Con la marcha de Cayentana Álvarez de Toledo, Pablo Casado mata dos pájaros de un tiro, ya que consigue alejarse del sector cercano a Aznar para acercarse al de Rajoy, algo clave para que la nueva estrategia de moderación funcione. No hay que olvidar que Álvarez de Toledo viene de la FAES, la fundación de José María Aznar, y está enfrentada a Mariano Rajoy.
Su sustituta Cuca Gamarra, en cambio, empezó su carrera política de la mano de Mariano Rajoy, como líder del partido y alcaldesa Logroño. Aún más evidente es la conexión del expresidente del Gobierno con Ana Pastor, una de sus personas de mayor confianza y ministra de Fomento y Sanidad bajo su mandato, además de presidenta del Congreso.
Pero además, la elección de Ana Pastor tiene que ver sobre todo con su tono conciliador que la hacen el emblema del nuevo PP moderado y dialogante. Siendo una personas respetada por todas las formaciones políticas, no en vano Ana Pastor fue escogida para representar al PP en la comisión de reconstrucción para alcanzar un gran acuerdo.
El ascenso de Martínez-Almeida
El tono amable y conciliador de Cuca Gamarra y Ana Pastor ayudarán a Pablo Casado a suavizar las formas ante un nuevo curso político que se prevé especialmente difícil, con la gestión de la pandemia y la crisis social y económica sobre la mesa.
La primera decisión importante será qué hacer con los presupuestos generales. A fecha de hoy es poco probable que Casado vote favorablemente, pero puede facilitar otros acuerdos como la gestión de los fondos europeos o la renovación de algunos cargos. Y en el horizonte está, además, la moción de censura y las elecciones catalanas previstas para el otoño.
Casado quiere dejar en evidencia así la estrategia inmovilista de Vox y mostrarse como un partido útil en la nueva etapa política. Para hacerlo contará también con la figura emergente de José Luis Martínez-Almeida, con un cargo especialmente creado para él y con la intención de promocionar su política de consensos en la lucha contra el Coronavirus en Madrid.