Durante las últimas semanas, el buen avance de la desescalada, con regiones de España saliendo del estado de alarma incluso antes de lo previsto, han instalado una sensación de optimismo que en las últimas horas está sufriendo un serio revés con la alarma por rebrotes en China, Italia y Alemania. En España, el rebrote podría estar también cerca.
El último dato es muy preocupante: Sanidad notificó 141 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, un dato que queda muy lejos de aquellas trágicas cifras diarias en marzo y abril, pero que hacen saltar todas las alarmas porque suponen un incremento del 85,3% respecto el día anterior en plena fase de desescalada.
El día anterior se habían confirmado 76 nuevos casos, así que en un sólo día los contagios han subido más del 85% y cada vez son más las voces que llaman la atención sobre la situación de riesgo en la que aún se encuentra España.
Uno de esos sectores es el empresarial. El presidente del grupo Osborne, Ignacio Osborne, llamó la atención sobre eso en un acto de la CEOE: «No estoy oyendo nada sobre esto, de si estamos preparados. Habría que prepararse, no podríamos improvisar esta vez y no podemos volver a parar la economía. Hay que pensar en proteger a los sectores vulnerables».
Este es ahora el gran miedo de los empresarios, el cierre del país entero y las consecuencias que tendría sobre una economía que ya está tocada de muerte. En este sentido, el sector empresarial también ha destacado el papel que ha tenido el sector agroalimentario durante la crisis del Covid-19, manteniendo el abastecimiento en supermercados y hogares.
¿Hacia un nuevo confinamiento?
La pregunta es ahora: ¿Habrá que ir de nuevo hacia un confinamiento total o parcial del país? En España, de momento, el confinamiento total parece descartado y el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha avanzado en las últimas horas que el Gobierno no descarta una segunda ola muy pronto, pero que será de menos alcance maneja la posibilidad de hacer confinamientos localizados, por sectores o grupales.
Mientras tanto, los territorios van abandonando la fase 3 y saliendo progresivamente del estado de alarma, que acaba oficialmente este domingo 21 de junio, mientras en Baleares se preparan para recibir a los primeros turistas alemanes en un plan piloto para evaluar el impacto epidemiológico del turismo y abrir las fronteras en julio con más garantías.
Todo ello con un ojo puesto en la situación internacional, donde las noticias que llegan no son muy alentadoras. En China, las autoridades han elevado la alerta sanitaria por el aumento de los contagios en el rebrote de Peklín, y reconocen que «la situación es crítica».
En Italia, las autoridades admiten que les está costando doblegar la curva de contagios y en las últimas horas han confirmado un rebrote en Lombardía, con 210 casos de 346 contagiados en 24 horas, casi un centenar en Milán. El último rebrote se ha producido en Alemania, donde se han detectado más de 650 contagios en un matadero.