Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, llegaron el sábado por la mañana al Vaticano para la audiencia que tenían prevista con el Papa Francisco. A su llegada, fueron recibidos y acompañados al interior por Leonardo Sapienza, el regente de la prefectura de la Casa Pontifica.
Una reunión que ha tenido lugar en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, donde ambos han acudido vestidos de oscuro tal y como manda el protocolo del Vaticano. Tras el final, el Papa le ha regalado a Sánchez un relieve en bronce patinado que enmarca la figura de una mujer con un niño en brazos en la columna de la Plaza de San Pedro.
De la misma forma, también le ha obsequiado con los escritos más importantes que constituyen la hoja de ruta de su pontificado: la exhortación apostólica 'Amoris laetitia', así como las encíclicas 'Envangelii Guadium', 'Laudato Si' y 'Fratelli Tutti'.
Mientras que el presidente de España le ha ofrecido al Papa Francisco un facsímil del 'Libro de horas' del obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
A pesar de que no ha hecho ninguna declaración tras el encuentro, sí que ha asegurado a través de las redes sociales que ha coincidido con el Papa en «abordar la crisis ocasionada por el Covid-19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario».
«Me gratifica mucho y les pido por favor que recen por mí. Y los que no rezan porque no son creyentes al menos mándenme buena onda que me hace falta», se ha despedido el Santo Papa con un mensaje de cariño hacía la delegación española.
Por otro lado, Sánchez ha querido señalar los parecidos que hay sobre la visión de la sociedad internacional que tiene el Gobierno español y la última encíclica del Papa, ya que «ambos ven un mundo donde la cooperación y la solidaridad son necesarias, partiendo de la fraternidad».
Los looks de Begoña Gómez y Pedro Sánchez
Begoña Gómez ha elegido un vestido negro, tal y como manda el protocolo para las mujeres, de manga tres cuartos y escote cerrado que le llegaba por debajo de la rodilla. Y ha completado su look con unos salones negro con un poco de tacón y un clutch del mismo color que todo el atuendo. Aunque, tal y como hizo su predecesora, Elvira Fernández, en el 2013, no ha optado por cubrirse la cabeza con ningún tipo de vela ni tampoco ha utilizado una mantilla.
Por su parte, Pedro Sánchez no ha vestido el frac que antiguamente se exigía en las audiencias papales, pero ha escogido un traje oscuro.
A pesar de que ambos han llegado al lugar portando las mascarillas obligatorias, el interior y durante el tiempo de duración del acto ni el presidente de España ni su mujer la han llevado puesta. Así como tampoco lo hacía nadie de la delegación ni el Papa.