Miércoles, 22:51 horas, barrio de El Raval (Barcelona). Mohammed, un palestino de 39 años, se debate entre la vida y la muerte bañado en un baño de sangre en la calle. Murió minutos después sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada por él y mientras su agresor escapaba corriendo.
Mohammed, al que todos conocían como 'El Gorba', vivía desde hacía años en un piso okupado de la calle Hospital. Solían verle todos los días en la esquina de la misma calle con Riera Baixa. Allí le vieron discutir con un hombre mayor, que de repente sacó un cuchillo de una funda de plástico que llevaba en el pantalón.
El agresor, con 99 antecedentes policiales, apuñaló en el pecho a la víctima, con 30 cargos a sus espaldas. Los dos eran delincuentes habituales de un barrio degradado desde hace tiempo por la droga y la criminalidad. La policía lo está investigando como una venganza entre ladrones.
El propietario de un restaurante cercano escuchó los gritos y vio a varias personas persiguiendo al agresor, que acabó siendo capturado. Según cuenta, el propio asesino se asustó de la sangre que brotaba de la víctima. Un par de chicos trataron de taponar la herida con una camiseta, mientras la policía arrestaba al autor.
Una posible venganza entre ladrones
Mohammed, con una treintena de antecedentes policiales, solía frecuentar una de las zonas más peligrosas de Barcelona. Algunos vecinos le defienden y aseguran que no se metía en problemas. Pero desde la asamblea vecinal explican que integraba un grupo de merodeadores que se dedican al trapicheo y a robar.
Según los testigos, víctima y agresor coincidieron hace dos semanas en los calabozos de la policía, donde tuvieron sus más y sus menos. El agresor es un ladrón profesional y muy peligroso, y según cuentan el fallecido también se dedicaba a robar a los turistas y a los vecinos. "No sabes lo que me dijo", dijo el asesino cuando le preguntaron por qué lo hizo.
"Quizá vendría algunos porros, trapicheaba de vez en cuando, esto es un problema social", declaran desde la asociación de vecinos. Según dicen, el 40% de los vecinos del Raval viven en riesgo de exclusión social. El agresor tiene 59 años y no es vecino del barrio: "Vendía hachís y pastillas".
Los vecinos, en pie de guerra
El crimen del Raval pone en pie de guerra a unos vecinos hartos de ver como el barrio se degrada sin que las autoridades muevan un dedo. Hace años que este barrio de Barcelona vive preso de la droga y la delincuencia. Las peleas, los hurtos y los problemas de convivencia son el pan de cada día.
Vecinos y comerciantes ponen el grito en el cielo por la inseguridad que se vive especialmente entre las calles Hospital y Riera Baixa. "Necesitamos un coche patrulla fijo aquí", dice un comerciante de la zona. Agentes de la policía solían realizar vigilancia permanente en la zona, pero se marcharon y llegaron los problemas.
Los que viven allí observan como la delincuencia fluctúa en función de la presencia policial, y vuelven a reclamar una patrulla fija en esa zona. Los delincuentes de toda la vida respetan a los vecinos y los comerciantes del barrio. Pero la nueva remesa de ladrones no hace distinciones, y ahora también están en peligro.
Una investigación en marcha
Según los testigos, la ambulancia tardó más de media hora en llegar hasta el lugar del crimen. Allí, 'El Gorba' agonizaba para morir instantes después en el Hospital Clínic. Emergencias desmiente esa versión y dicen que tardaron 15 minutos en llegar: desde la alerta, a las 22:51, hasta la llegada de las primeras ambulancias, a las 23:06 horas.
Los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación y están tratando el suceso como una pelea entre ladrones. Son conscientes de que esa esquina es uno de los lugares con más robos de toda Barcelona. Cada día se cometen allí una decena de robos, entre hurtos y tirones de bolso.
Hoy está previsto un homenaje a la víctima en el mismo sitio donde murió. Mientras, los vecinos del Raval están en pie de guerra y piden al ayuntamiento medidas urgentes para acabar con la inseguridad.