El 4 de mayo de 2017, un excursionista encuentra un coche calcinado en las inmediaciones del pantano de Foix (Barcelona). La policía encuentra en el maletero el cadáver del guardia urbano Pedro Rodríguez. Lo que se esconde detrás es una de las historias más retorcidas de la crónica negra en España.
El crimen de la Guardia Urbana sigue generando una irresistible fascinación. La investigación destapó un triángulo amoroso que implicaba a otros dos agentes del cuerpo. Una era Rosa Peral, la mujer del fallecido. El otro Albert López, el amante de esta.
En abril de 2020, tres años después del asesinato, la Audiencia de Barcelona condenó a Rosa a 25 años de cárcel y a Albert a 20 años. La sentencia fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. La justicia les considera responsables de haber matado a Pedro siguiendo un macabro plan.
En febrero fue Rosa la que rompió su silencio dando su versión para El Programa de Ana Rosa. Ahora es Albert quien habla por primera vez sobre lo ocurrido. El condenado por el crimen de la Guardia Urbana ha ofrecido su versión en exclusiva para Cuatro al Día.
El crimen de la Guardia Urbana: qué sucedió
Según la sentencia del TSJC, Rosa y Albert se conocieron en el cuerpo de la Guardia Urbana en 2012 e iniciaron una relación sentimental. Rosa estaba casada y tenía dos hijas. Cuatro años después conoció a Pedro, también guardia urbano, y empezaron una relación a espaldas de los otros dos.
Finalmente, Rosa rompió su matrimonio y se fue de casa. La relación entre ella y Pedro se consolidó, se fueron a vivir juntos e incluso llegaron a sonar campanas de boda. Alberto, “con un firme deseo de revancha”, le confesó a Pedro que había estado saliendo con Rosa al mismo tiempo.
Albert logró su cometido, y los celos y las discusiones fueron erosionando la convivencia entre Pedro y Rosa. Al mismo tiempo, la relación entre Albert y Rosa se hizo más intensa y los dos llegaron a la conclusión de que Pedro era un estorbo. Entonces, empezaron a urdir un plan para quitárselo de en medio.
Actuaron de forma coordinada
Según los hechos probados, la noche del 1 al 2 de mayo de 2017 los acusados esperaron a que Pedro estuviera profundamente dormido. Antes habían extendido entre su círculo de amistades la mala relación entre él y el exmarido de Rosa. De madrugada, Albert accedió a su domicilio para ejecutar el plan.
De acuerdo con la sentencia, los dos actuaron de forma coordinada para matar a Pedro aprovechándose de su indefensión. Así lo corroboran los mensajes de móvil que se intercambiaron aquella noche. Después intentaron ocultar el crimen haciendo uso del móvil de la víctima e involucrando al ex marido.
Finalmente trasladaron el cadáver en el maletero del coche de la propia víctima hasta el pantano de Foix, y le prendieron fuego. La policía no tardó mucho en descubrir el triángulo amoroso mortal que se escondía detrás de los hechos. Ahora, uno de los acusados ofrece por primera vez su versión.
La versión de Albert: 'Cuando yo llego...'
Según ha explicado Albert en Cuatro al Día, cuando llegó a casa de Rosa su compañero ya estaba muerto. “La primera llamada que me hace Rosa a las 01:51 horas no la cojo porque estoy conduciendo, y cuando llego allí ella está como ida, en estado de shock”, relata.
Dice que pasaron 5 horas desde que le llamó llorando “desesperada por lo que había hecho” hasta que llegó a la casa. “Me la encuentro en el balcón, fregando el suelo pero de rodillas, con un trapo”, sigue diciendo. Asegura que “estaba fregando con lejía, la llamo a viva voz y ella no reacciona”.
“Ella se asoma y baja corriendo, y le veo la cara hinchadisima, marcas en el cuello”, dice Albert. Según su versión, Pedro ya estaba muerto cuando llegó. “Si cuando yo llego a esa casa hubiera podido hacer lo más mínimo para salvarle la vida, no cabe duda de que lo habría hecho”, alega.
'Por qué Rosa, por qué'
Es la primera vez que el acusado habla en un medio después de que se dictase sentencia. Alega que no fue ni autor material ni coautor del asesinato, aunque reconoce que ayudó a Rosa a deshacerse del cuerpo. “Lo que yo veo cuando abro el maletero es el cuerpo de Pedro con la cara llena de sangre”.
Según su versión, el cadáver tenía “un tono bastante blanquecino” por lo cual el crimen se habría producido horas antes. “Automáticamente cuando abrió el maletero”, sigue diciendo, “le dije ‘cierra, cierra, cierra’ porque fue muy impactante”. Pero además, desliza que alguien tenía que haberla ayudado.
“Cuando ella quemó el coche tuvimos la primera discusión”, sigue relatando, “le dije que lo que había hecho no estaba bien”. Albert deja clara su posición: “Yo tengo parte de culpa en callar, la manera en que actué todo este tiempo, emocionalmente era como un zombie”.
“A día de hoy me cuesta recordar esa semana, es como si parte de mi cerebro no pudiera acceder a ciertos detalles”, asegura. Y añade: “Intentaba que entrara en razón y se ponía a llorar, no había manera de que contara qué había pasado”.
Cuatro años después del crimen, afirma: “Yo soy incapaz de entender cómo actué esa noche. Si alguien está muy enamorado, ¿lo hubiera hecho? Sí, pero hasta ahí puedo llegar, porque ni yo mismo lo entiendo a día de hoy”.
Finalmente, Albert ha querido dirigirse a Rosa en un mensaje: “Yo simplemente quiero saber por qué, Rosa, por qué es necesario haber hecho toda esta barbaridad. Ponerme a mí en entredicho como me hiciste, por qué no dijiste la verdad desde un principio”.