La crisis del coronavirus ha estado rodeada de bulos y noticias negacionistas sobre la pandemia. Desde el estallido del virus han sido muchas las informaciones, plataformas e incluso personajes públicos que han apoyado las teorías conspiratorias sobre la enfermedad.
A pesar de la evidencia científica que sustenta la existencia del COVID-19, son muchas las noticias que han intentado desmentir las informaciones oficiales del virus.
Las teorías negacionistas del coronavirus
Algunas niegan que los contagios sean reales, otras cuestionan la efectividad de las mascarillas y otras aseguran que se trata de una enfermedad creada en el laboratorio. Esta última ha sido una teoría apoyada por el mismísimo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que acusan a China de haber creado el virus.
El peligro de estas informaciones es que son difundidas en redes sociales y apoyadas por algunos personajes públicos con gran influencia sobre la población. Es el caso de las teorías conspiratorias más extendidas desde el inicio de la pandemia, como la que relaciona el origen del virus con la tecnología 5G.
Los que apoyan esta teoría, por ejemplo Miguel Bosé, aseguran que los gobiernos emplean esta tecnología para controlar a la población.
Sin embargo, no es la única que asegura que el origen del virus tiene como objetivo el dominio de la sociedad. También se ha afirmado que Bill Gates tiene un proyecto mediante el cuál se inyectarían microchips encubiertos bajo una falsa vacuna.
Nueva teoría conspiratoria de la pandemia difundida en redes sociales
Recientemente, una nueva teoría conspiratoria ha negado la existencia de nuevos contagios en España y ha asegurado que el uso de las mascarillas provoca efectos negativos y dañinos en la población. Según los mensajes difundidos en redes sociales «la pandemia es una fake new».
No se tratan de informaciones nuevas, pero sorprenden porque procede de una plataforma llamada 'Médicos por la Verdad' y formada por un grupo de personas entre los que se encuentran algunos médicos.
Para los sanitarios y la comunidad científica en general, estas informaciones suponen un riesgo potencial para la población. Ellos que han vivido muy de cerca la dura realidad de la pandemia animan a los negacionistas a acudir a los hospitales y observar de cerca a los enfermos de COVID-19.