La investigación de un grupo de científicos gallegos de cerca de 5.000 genomas del nuevo Coronavirus ha permitido hacer un mapa de su expansión en todo el mundo y ha llegado a una conclusión sorprendente: la cepa predominante en España apenas se encuentra en otros países europeos y fue propagada por los «supercontagiadores».
El proyecto Gen-Covid que dirige Federico Martinón, jefe del servicio de pediatría del hospital Clínico Universitario de Santiago, junto al genetista Antonio Salas, corrobora la importancia del papel de los supercontagiadores en la propagación del virus en España, es decir, que unos pocos contagiaron a más de un tercio de la población.
Los científicos han logrado culminar un árbol genealógicodel SARS-CoV-2 y han descubierto que la cepa en España, el B3a, es diferente al virus que circula en el resto de Europa, donde domina otra variedad llamada A2a. En cambio, la cepa del «coronavirus español» sí se encuentra en países de Latinoamérica, lo que explica que pudo llegar allí desde España.
Gracias al aislamiento de esta cepa podemos conocer ahora más cosas sobre la propagación del Coronavirus en España, como la confirmación de que unos pocos contagiaron a muchos. Según los directores del estudio, «al tirar del hilo nos dimos cuenta de que esos pocos genomas era muy compatibles con la figura del supercontagiador».
Esta figura ya tomó importancia en los primeros estadios de la enfermedad, cuando se sospechó de la existencia de personas que por sus características pueden transmitir el virus con mayor eficacia. Son personas con capacidad de soportar mayor carga viral con síntomas leves o, como ahora se sospecha, de forma asintomática.
Detección precoz y rastreo
Los directores de este estudio creen que estas personas pueden tener una predisposición genética a la transmisión, pero las últimas investigaciones revelan también la importancia de los factores ambientales y el entorno social, como el hecho de que la mayoría de los focos se han dado en personas que viajan mucho o tienen una vida social muy dinámica.
En todo caso, los expertos aseguran que todos somos susceptibles de ser supercontagiadores, ya que la diferencia se encuentra en rasgos muy sutiles como la sudoración o la secreciones respiratorias. La importancia de estos vectores de transmisión se encuentra en los primeros momentos del brote, cuando la expansión de multiplica de forma exponencial.
Por eso el nuevo hallazgo del brote español del Coronavirus y su particular compatibilidad con la figura de los supercontagiadores pone en alerta sobre la necesidad de reforzar los sistemas de vigilancia para detectar de forma precoz los primeros casos, aislarlos y rastrear sus contactos. De ello dependerá contener con eficacia nuevos posibles brotes.