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Manos sosteniendo luces cálidas en un ambiente oscuro.

Contratar la potencia adecuada para ahorrar

Descubre cómo calcular la potencia ideal para tu hogar y elegir la tarifa que mejor se adapta a tus necesidades energéticas

Cuando llega una factura de la luz, es inevitable fijarse en cuánta energía se ha consumido. Pero ese es solo uno de los dos factores que más influencia tienen en el precio final. A la potencia, como es la misma en cada factura, apenas se le presta atención. Sin embargo, precisamente por eso, puede suponer una pérdida de decenas de euros al año.

La potencia es la cantidad de electricidad que se puede consumir al mismo tiempo. Si se excede esta potencia, se produce un corte en el suministro, lo que se conoce como “saltar los plomos”. Normalmente, es un valor que se determina en el momento de contratar el suministro de luz y, a menos que se sufran cortes de luz, no volvemos a comprobar.

No obstante, las necesidades energéticas de una casa pueden evolucionar. Por ejemplo, puede que se acabe de comprar una vivienda y, a la hora de cambiar la titularidad del suministro, se decida mantener la potencia. Si los anteriores inquilinos eran una familia más numerosa, tenían la costumbre de cocinar mucha cantidad de comida a la vez o ponían la mayoría de los electrodomésticos en marcha al mismo tiempo, es posible que tuvieran contratada más potencia de la que necesitan los nuevos inquilinos.

Cómo calcular la potencia ideal de un hogar

Calcular la cantidad de potencia que necesita un hogar no es difícil, aunque requiere dedicarle algo de tiempo. Lo mejor para saber qué potencia contratar es seguir los siguientes pasos:

  1. Sumar el consumo medio de todos los electrodomésticos: cada electrodoméstico cuenta con una etiqueta energética en la que aparece cuál es su consumo medio. No es necesario contar dispositivos menores, como bombillas o el cargador del móvil, pero sí hay que tener en cuenta los más importantes, como el televisor, el frigorífico, la vitrocerámica, el horno, el microondas, el lavavajillas, la lavadora y la secadora.
  2. Tener en cuenta la simultaneidad: el factor diferencial de la potencia es la cantidad de energía que se necesita al mismo tiempo. Aunque cada hogar es diferente, como norma general se recomienda utilizar un factor de simultaneidad. Este factor consiste en dividir la cantidad de energía que se necesita en total por la potencia que se tiene contratada. El resultado, habitualmente, se suele establecer en tres, ya que es raro que estén funcionando más electrodomésticos al mismo tiempo. Aun así, depende de la forma de consumir electricidad en cada casa.
  3. Contratar 1 kW extra: una vez se ha calculado este dato, es una buena práctica contratar 1 kW de potencia adicional para cubrir la demanda energética de esos dispositivos que hemos comentado anteriormente, además de cualquier consumo adicional puntual. Si después de hacer estos cálculos la potencia sigue saltando, seguramente sea necesario establecer un factor de simultaneidad más alto.

La potencia ya no funciona a tramos

Si hace muchos años que no se cambia la potencia, puede que todavía se piense que la potencia se debe contratar en tramos de potencias normalizadas. Estos tramos fijos ya no son obligatorios y la potencia se puede contratar en incrementos de 0,1 kW hasta un máximo de 15 kW. A partir de ahí (que puede ser necesario en el mundo empresarial), la normativa y los precios suelen ser personalizados.

Lo que sí se debe saber es que se pueden contratar dos tramos diferentes de potencia. El tramo punta (P1) comprende desde las 8 de la mañana a las 12 de la noche de lunes a viernes, mientras que el periodo valle (P2) de 12 de la noche a 8 de la mañana, todo el fin de semana y los días festivos nacionales.

Aunque existe esta posibilidad, en la mayoría de los casos se desaconseja. Puede que de lunes a viernes no se utilice ningún electrodoméstico por la noche, pero al llegar el fin de semana sí se suele consumir de forma habitual, en ocasiones incluso más que los días laborales. Por tanto, en la mayoría de los contratos no se diferencia entre ambos tramos. No obstante, hay que tener este dato en cuenta a la hora de comparar las tarifas.

Tarifas más baratas del mercado

Si se analizan muchas tarifas se podrá descubrir que una potencia más barata implica un término de la energía más caro. Por eso, algunas de las tarifas que aparecen a continuación cuentan con un término de la potencia más caro que otro, pero compensada con el término de la energía. La clave para encontrar la tarifa ideal para cada hogar es coger papel y lápiz, las facturas del último año y hacer los cálculos necesarios.

Tarifa a tu aire luz siempre de TotalEnergies

La tarifa A Tu Aire Luz Siempre es justo uno de esos casos en los que, si solo nos fijamos en el precio de la potencia, parece que no merece la pena. La suma de ambos tramos da 0,143808 €/kW al día. Sin embargo, el término de la energía compensa sobradamente la potencia, ya que solo cuesta 0,119 €/kWh durante todo el día si se contrata online. Estos precios convierten a esta tarifa en una opción ideal para pequeñas familias, donde la potencia no sea la prioridad.

Tarifa ahorro plus de Repsol

Esta tarifa con precio fijo de Repsol ofrece un término de la potencia ligeramente inferior a la oferta de TotalEnergies. Cada uno de los tramos cuesta 0,068219 €/kW al día. El término de la energía, no obstante, es notablemente más caro: 0,129900 €/kWh durante todo el día.
Esta oferta puede resultar atractiva si no se consume mucha energía y se combina con otras ventajas que ofrece Repsol, como su programa de fidelización Waylet.

Tarifa Octopus Relax de Octopus Energy

Esta empresa es más conocida por su trabajo en el sector de las energías renovables, pero también presenta una tarifa con precio fijo en la que se puede aprovechar el cambio de precio según el tramo horario.
La potencia cuesta 0,095 €/kW al día en el tramo punta y 0,027 €/kW al día en el tramo valle. La energía tiene un precio de 0,125 €/kWh en todos los tramos.