La crónica de sucesos abre hoy con una noticia que pone los pelos de punta. Un padre ha aceptado 11 años de cárcel por abusar "al menos en diez ocasiones" de su hija menor de edad en Salt y Figueres (Girona). El violador ha confesado los hechos ante el juez con un relato espeluznante.
En el juicio, que ha tenido lugar en la Audiencia de Girona, el abusador ha reconocido que violó a la niña cuando esta tenía solo 9 años. Lo hizo aprovechando que su madre estaba confinada en una habitación del piso en el que vivían, en Salt. Después de esa primera vez hubo otras.
Las agresiones se produjeron de forma reiterada desde abril hasta diciembre de 2020, cuando la niña ya contaba con diez años. Según el relato del acusado, le bajó los pantalones y la penetró cuando se mudó con ella a Figueres por trabajo. Le han retirado la patria potestad durante 6 años.
Estando tumbados en el sofá
Además de la pena de cárcel, el fiscal pide su expulsión del país cuando acceda al tercer grado, ya que es extranjero. El caso ha atraído la atención mediática por la dureza de los hechos, y el relato del violador no ha dejado a nadie indiferente. Sus palabras han causado gran consternación en la sala.
"Yo me he declarado culpable desde el primer momento". Es la respuesta de este padre a la pregunta del tribunal sobre si quería responder a preguntas de la fiscalía. Durante la sesión ha confirmado todos los hechos recogidos en el escrito de acusación, respondiendo con un "sí".
El acusado ha aceptado que "prevaliéndose de la relación entre padre e hija, le bajó los pantalones y la ropa interior cuando ambos estaban tumbados en el sofá viendo una película. Después de hacerle tocamientos con la mano, le introdujo el pene". Eso sucedió en abril de 2020.
Al menos en diez ocasiones
Días más tarde, el hombre se fue a vivir a Figueres por motivo de trabajo y se llevó a la niña con él, en un piso compartido durante dos semanas. En aquel período siguió con el mismo modus operandi, violando a su hija con penetración hasta "al menos en diez ocasiones". Luego volvieron a Salt.
El padre siguió abusando de la menor las noches en las que la madre estaba fuera de casa trabajando. El último episodio de abusos, según la fiscalía, fue el 2 de diciembre de 2020. Como consecuencia de los continuados abusos, la menor ha necesitado atención psicoterapéutica.
La víctima de los abusos sufre un trastorno de estrés postraumático y está necesitando la ayuda de un profesional. Mientras, su padre permanece en prisión preventiva desde que el 8 de diciembre de 2020 fuera detenido por los abusos. Ha llegado a la sala esposado y custodiado por la policía.
Aprovechó la indefensión
La fiscalía pedía inicialmente 12 años de cárcel pero ha pactado finalmente una condena de 11 años por un delito continuado de abuso sexual a menores de 16. Pide que el padre pierda la patria potestad e indemnice a la víctima con 20.000 euros por daños morales. La defensa aceptó la petición.
La clave de este caso está en la indefensión de la víctima frente a su violador, que aprovechó la relación de confianza entre padre e hija. También aprovechó que su madre estaba confinada en la habitación de al lado para cometer la agresión. Y finalmente, lo hizo cuando él y su hija vivían solos en Figueres.
La noticia ha conmocionado a la opinión pública, en el mismo lugar donde la semana pasada fue detenido un pederasta de 21 años. El detenido conoció a una niña de 13 años por redes sociales, quedaron en persona y la violó en un descampado. Hay una investigación en marcha, y está en libertad con cargos.