Pedro Sánchez afirma que la situación sanitaria en España es «grave». El Covid-19 ha contagiado a más de tres millones de personas desde el inicio de la pandemia en España y los datos de los últimos días son poco esperanzadores.
El Presidente del Gobierno ha reconocido en su comparecencia que la situación en el país es complicada y ha pedido a la sociedad y a la clase política encarecidamente que actúen con «determinación y la necesaria e imprescindible unidad».
Durante esta declaración institucional, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que «la situación actual no es comparable con la vivida en marzo», pero que hay que «evitar llegar a ese punto».
«Queremos evitar el confinamiento», ha asegurado Pedro Sánchez justo antes de pedir a la ciudadanía limitar la movilidad al máximo posible para frenar los contagios. El Presidente del Ejecutivo español ha considerado vital «reducir la movilidad» porque, «a mayor movilidad y contacto hay mayor contagio». Por lo tanto si la movilidad se ve reducida esto podría trasladarse también al número de contagios, que descendería significativamente.
Equilibrio sanitario y económico
A pesar de reconocer que la situación actual es «grave», Pedro Sánchez ha dejado en manos de las comunidades autónomas tomar más medidas restrictivas, como, por ejemplo, la declaración del estado de alarma.
Para evitar llegar a un confinamiento, el Presidente ha explicado cuatro niveles de alerta. Para estar en riesgo extremo será necesario registrar 250 casos por 100.000 habitantes.
En ese caso, las comunidades autónomas serán las que podrán pedir al Gobierno la declaración del estado de alarma, según ha explicado Pedro Sánchez. El «reto colectivo» para las próximas semanas es el de alcanzar una incidencia acumulada por debajo de los 25 casos por 100.000 habitantes. «Tenemos mucho camino por recorrer», ha subrayado.
Pedro Sánchez ha defendido que España «está lista para adoptar cualquier medida que sea necesaria para frenar a la pandemia». A pesar de ello ha destacado que deben tomarse teniendo en cuenta el equilibrio entre la protección de la salud y causando el «menor daño económico posible». Y es que hay que buscar el equilibrio entre ambos por el bien del país.