La gripe vuelve a irrumpir con fuerza después de casi dos años desaparecida. La utilización de la mascarilla y la distancia social consiguieron que dicho virus no se propagara con demasiada virulencia. Pero en su lugar tuvimos que plantarle cara a la covid, una afección que guarda muchas similitudes con ella.
Ambas son enfermedades respiratorias contagiosas provocadas por virus. Presentan síntomas en común, pero si se estudian en profundidad, detectamos que afectan a las personas de forma diferente.
La gripe se conoce desde hace mucho más tiempo y eso permite que los médicos sepan cómo tratarla y prevenirla. Sin embargo, en el caso de la covid aún se continúa investigando.
Los virus que causan estas dos patologías se propagan de manera muy similar, por medio de gotículas. Estas se liberan al hablar o toser. Sobre todo en entornos cerrados y cuando hay una distancia inferior a los dos metros.
También puede extenderse cuando una persona entra en contacto con una superficie contaminada por el virus y a continuación se toca la boca.
Los síntomas que tienen en común son la fiebre, cansancio, tos, falta de aire, dolor muscular, dolor de cabeza, congestión o vómitos. Debido a que tienen signos muy parecidos, en ocasiones resulta complicado diagnosticar qué afección se tiene. Incluso existe la posibilidad de que estén presentes las dos enfermedades al mismo tiempo.
Cuando un paciente presenta síntomas de gripe o síntomas leves de COVID-19, la recuperación puede hacerse en casa. Pero cuando la situación se agrava en ambas situaciones precisará de asistencia hospitalaria.
Pese a las similitudes, se puede decir que las complicaciones, causas y tratamientos son distintos. Los síntomas del coronavirus aparecen de 2 a 14 días después de la exposición, mientras que en la gripe es de 1 a 4. Con la primera afección, que es más contagiosa y se propaga con más rapidez, también se experimenta una pérdida del olfato y del gusto.
En lo que se refiere al tratamiento, la gripe puede atajarse con medicamentos antivirales. Por su parte, para el COVID-19 solo existe un remedio aprobado como es remdesivir. La comunicación científica continúa investigando nuevos fármacos en la lucha contra esta afección.
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En cuanto a la prevención, la gripe dispone de una vacuna anual para rebajar las posibilidades de contraerla. Consigue que la dolencia sea menos grave y que no se presenten complicaciones importantes. Dicha dosis aporta protección contra los tres o cuatro virus que se esperan que sean más comunes durante esa temporada.
Con esta inyección, por su parte, no se consigue inmunización contra la covid. Algunas investigaciones han revelado que la vacuna de la gripe disminuía el riesgo de contraer el otro virus, pero tampoco parece que esté muy claro.
La gripe y la covid se propagan al mismo tiempo
Frente a la covid han aparecido a lo largo del último año varias vacunas que han contribuido a disminuir los riesgos de la afección. Quedó comprobado que dicho fármaco permitía rebajar tanto el número de casos como de fallecimientos. Pero para conseguir un mayor efecto quedó comprobado que se precisaban de varias inyecciones a lo largo del año.
También facilitó la eliminación de la mascarilla en espacios abiertos o la reducción de la distancia social entre personas. Sin lugar a dudas, un gran avance.
La temporada de la gripe suele ir desde octubre hasta abril, propagándose al mismo tiempo que el coronavirus. De ahí que pueda darse el caso de que la gente pueda enfermar de ambos virus a la vez. A través de las pruebas se consigue determinar de qué afección se trata y así ponerle el tratamiento correcto.
La covid se ha instalado en nuestras vidas como si fuera una gripe. Ahora toca aprender a convivir con ellas.