Sigue la preocupación en Afganistán por la consolidación del régimen talibán y la suerte de los opositores. El temor a las represalias se está haciendo realidad y los islamistas quieren pasar cuentas con sus adversarios. Los islamistas ya han empezado a buscarles casa por casa y a amenazar a sus familias.
En el punto de mira de los talibanes están los colaboradores e intérpretes de España durante estos últimos años. Nuestro país ha sido pieza clave del papel de occidente en el país afgano, y en parte gracias a estos nativos. El nuevo régimen les considera unos traidores y quiere pasar cuentas con ellos.
Estas personas han hecho públicas algunas de las escalofriantes amenazas que han recibido por teléfono. "Os queréis ir con vuestra familia a España, vamos a degollar aquí a todas vuestras familias", dicen en nombre del régimen. Crece la angustia por la seguridad de esas personas y sus familias.
La intención de los islamistas radicales es clara, aprovechar el caos para vengarse de sus adversarios. Mientras esperan su evacuación, los colaboradores afganos de la misión española siguen encerrados en sus casos. Allí reciben llamadas con un mensaje: "Sois traidores, vamos a degollar a vuestras familias".
Forman parte del contingente de población candidato a abandonar el país, pero la evacuación está siendo lenta y aumenta la incertidumbre. Además, los talibanes se han fuertes y controlan las principales entradas y salidas del aeropuerto de Kabul. Esto dificulta el acceso a los colaboradores perseguidos.
Muchos de ellos han acudido en las últimas horas al aeropuerto para subir a los aviones con dirección a España, pero solo algunos lo han conseguido. Hasta ahora, 53 colaboradores y sus familias han podido abandonar Kabul. El resto se ha quedado en tierra, esperando la salida de otros aviones.
Su calvario se eterniza en un territorio hostil donde llueven las sentencias y las amenazas. Estas personas denuncian llamadas amenazantes del jefe de la inteligencia talibán. Cogen el teléfono una vez y otra esperando una citación para salir en el siguiente avión, pero la mayoría de ellas son amenazantes.
Les buscan casa por casa
Tras la toma de Kabul, los talibanes se presentaron como un régimen moderado y prometieron respetar los derechos humanos. Pero detrás de las buenas intenciones se esconde un plan de aniquilación y venganza. Así lo atestiguan estos mensajes que están recibiendo los colaboradores de occidente.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los talibanes tienen una lista negra y buscan a los "traidores" puerta a puerta. Los señalados se esconden en casas de familiares a la espera de poder abandonar el país. Pero pronto no estarán seguros ni allí, porque el régimen está extendiendo sus redes.
La inteligencia talibán está desplegando sus tentáculos para que ninguno de los considerados traidores escapen a su juicio. La verdadera intención del régimen es implantar la ley islámica (sharia) y no escatiman recursos en ellos. En su punto de mira están los perseguidos, pero también sus familias.
Dos aviones españoles ya han volado hasta Kabul para sacar del país a los represaliados. En el primero volvieron medio centenar de personas, muchos de ellos afganos. El segundo ya está camino de Madrid con 110 personas a bordo. Y hay más aviones esperando en Dubai para volver hacia la capital afgana.
Ante el aumento de la resistencia al régimen talibán, las milicias a su servicio han intensificado la búsqueda de desafectos casa por casa. Según el informe, "detienen y amenazan con matar o arrestar a miembros de la familia de individuos concretos hasta que estos se entreguen a los talibanes".
El caos se apodera de Afganistán
La noticia de la llegada de los talibanes al poder en Afganistán levantó una verdadera oleada de pánico en el país. El aeropuerto de Kabul se reflejó en el reflejo de esa situación, con imágenes de la muchedumbre intentando subir a los aviones. Controlar ese espacio fue la prioridad del nuevo régimen.
La situación sigue siendo crítica y según ha informado el ministerio de Defensa, uno de los evacuados perdió a una hija en una avalancha. La pequeña se extravió y no pudo coger el avión, así que sigue esperando a ser evacuada. Es una muestra más del drama que se está viviendo allí.
Por otro lado, los 17 policías españoles desplegados en el país seguirán cumpliendo con su misión hasta nueva orden. Así lo ha anunciado esta mañana la Dirección General del Cuerpo Nacional de Policía. Se trata de miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y de las Unidades de Intervención (UIP).
Estos agentes se encargan de proteger a delegación diplomática en Afganistán, encabezada por el embajador. Además, tienen como misión asegurar la recogida, apoyo, asistencia y traslado hasta el avión del personal evacuado, muchos de ellos colaboradores de la misión española en el país.