Tras el paso de la borrasca 'Filomena' que ocasionó la nevada más copiosa de los últimos años en la ciudad de Madrid y causó muchos destrozos en el arbolado, una vez analizados los daños, se clonarán árboles centenarios y singulares de la región derribados mediante semillas y esquejes, con el objetivo de recuperar y restablecer el patrimonio vegetal perdido durante la borrasca, informa el Gobierno regional en un comunicado. La consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, ha señalado este martes que «este procedimiento se llevará a cabo en los viveros del El Escorial y La Isla (Arganda del Rey)» y que gracias a él se evitará la desaparición de los ejemplares y se obtendrá, «en algunos casos, duplicados exactos y de mayor calidad que sus originales, pero todo eso nos llevará un tiempo».
Protocolo de clonación
La consejera Paloma Martín ya ha anunciado también la puesta en marcha del protocolo de actuación en su visita al Parque Antonio Machado, en el municipio de Coslada, donde se encuentra un olmo centenario de 25 metros de altura catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid, uno de los ejemplares afectados por el temporal que será de los primeros en ser clonado.
Aunque la clonación de planta autóctona es un procedimiento que lleva realizando la Comunidad desde hace varios años, con motivo del paso de la borrasca Filomena los técnicos del departamento de Forestal del Instituto Madrileño de Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) han elaborado un protocolo específico de varias fases.
Proceso que llevará varias fases
En la primera fase se recopilará el número y tipo de árboles catalogados como singulares por la Comunidad de Madrid que han sufrido daños, así como aquellos que, sin estar catalogados, tienen una especial relevancia para los municipios de la región y merece la pena conservar. La segunda fase pasa por contrastar la información recogida con la base de datos del banco de germoplasma existente en el IMIDRA, por si alguno de los ejemplares detectado ya estuviera clonado a partir de trabajos anteriores.
Posteriormente, varios equipos procederán a la recogida del material vegetal necesario para la reproducción: semillas –siempre que se trate de ejemplares de especies cuya maduración de frutos se produzca en invierno–, y un total de 50 estaquillas (ramas) de unos 20 centímetros de longitud por cada ejemplar. Con el material adecuado, los técnicos comenzarán la regeneración clonal propiamente dicha, a través de técnicas tradicionales de propagación vegetativa, como es el caso del denominado estaquillado o esquejado.
En un primer paso, se preparará el esqueje hasta lograr su enraizamiento y, una vez obtenida la raíz, estos descendientes pasarán a crecer en vivero, desde donde se trasladarán al campo, donde serán identificados y clasificados, una vez que alcancen el tamaño adecuado.
El proceso de replantación durará más de un año
La consejera, que ha estado acompañada en su visita por el gerente del IMIDRA, Sergio López, y el director general de Biodiversidad y Recursos Naturales, Luis del Olmo, ha explicado que este proyecto servirá para la «restauración ecológica de los sistemas silvestres de nuestra región dañados por la nieve caída, de forma que se producirá planta suficiente con la que, además, recuperar el patrimonio verde de la región». Además, se podrá recoger ADN vegetal para su custodia y así preservarlo ante posibles eventos climáticos adversos como el que hemos vivido.
Martín ha informado también de que, en algunos casos y dependiendo de la especie, «habrá planta en el plazo de un año», y que esta «se pondrá a disposición de los ayuntamientos que hayan informado de daños en algún ejemplar especialmente significativo, para su posterior traslado del vivero al campo».