Nicoleta Clara tenía 41 años. El pasado verano dijo basta y decidió poner fin a su relación con Álvaro tras 13 años de matrimonio y malos tratos. Hace apenas dos meses le dijo a su compañera de trabajo que le daría una segunda oportunidad. El sábado, sobre las 22.35 horas, él la mató a puñaladas en su vivienda de Alovera (Guadalajara).
Las muestras de rabia y de dolor se han sucedido durante las últimas horas en la pequeña localidad manchega de 12.500 habitantes. Una de las más afectadas es Davinia, compañera de trabajo y vecina de la víctima que vivió en primera persona los hechos y que ahora, destrozada, cuenta su historia en el diario El Español.
Nicoleta Clara, de origen rumano, llegó a España hace veinte años con toda su familia y con la ilusión de construir una vida próspera y feliz. Poco después encontró un trabajo en una empresa textil en Meco (Madrid) y conoció a Álvaro, trece años mayor que ella. Se casaron en 2007, y aunque no podían tener hijos formaban una familia aparentemente feliz junto a sus dos perros, Randy y Robin.
Pero el matrimonio empezó de la peor forma. Clara mantenía a los dos con su sueldo de mil euros trabajando en el turno de noche, mientras él nunca conseguía tener un empleo estable y acumulaba una deuda cada vez mayor. «Cuando se casaron hizo separación de bienes porque no se fiaba de su marido», explica Davinia, según la cual él debía bastante dinero a Hacienda y ambos vivían «bastante ahogados» con el sueldo de ella.
Pero además de la penuria económica, Clara vivía en un infierno por los celos de Álvaro y las continuas peleas. Según cuenta su compañera en la fábrica, las broncas eran diarias: «No la dejaba ni maquillarse, ni pintarse las uñas, ella era muy moderna y quería ir bien vestida y arreglada pero cuando estaba con él siempre aparecía con la cara pálida y sin prepararse. Siempre la tenía así».
Agobiada por la situación, Clara decidió poner fin a la relación e irse a vivir con su hermano a Los Santos de Humosa (Madrid). Pero él la seguía acosando y le pedía que volviera con él porque los perros estaban tristes. Hace pocas semanas le dijo a Davinia que le daría una segunda oportunidad. Desde entonces, las discusiones eran constantes y su amiga le aconsejaba denunciarle, pero ella no lo hizo. Tenía miedo.
'No era una bronca como las demás'
La semana pasada, las peleas aumentaron de tono. Según Davinia, que vivía en el piso de abajo, «el día anterior por la noche él se lió a dar portazos con la música al máximo. La llamaba de todo, le faltaba el respeto. Le decía que se había ido con otro el tiempo que estuvieron separados». Y así llegó la noche del sábado fatídico, cuando Davinia escuchó aterrada como Álvaro asesinaba a Clara.
Según explica, Davinia llegó a casa a las 10 de la noche y se puso a hablar con su hermana por teléfono. «Tuve que colgar porque oía que estaba pasando algo muy gordo en el piso de Clara. Ella vivía justo encima del mío. Las broncas eran muy habituales pero esta era distinta. Escuché cómo gritaba, oí muebles romperse, portazos, una locura. Pensé que algo le estaba haciendo, pero no eso».
Alarmada, Davinia llamó a la policía, pero ya habían recibido una alerta poco antes. «Cinco minutos después dejé de escucharles. Pensé que se habrían arreglado, pero no», cuenta desolada. El silencio era en realidad el macabro anuncio de la muerte de Clara, asesinada con un cuchillo con el que había sido su marido trece años. Poco después llegó la policía, y un equipo de sanitarios que solo pudieron confirmar la muerte de la joven.
1.093 mujeres asesinadas desde 2003
Clara es la víctima número 17 de la violencia de género en España (15 mujeres y 2 niños), y su muerte llega pocos días después de la que fue la semana negra de la violencia machista en nuestro país: seis víctimas (cinco mujeres y un menor) en seis días. En el caso de Clara no constan denuncias por malos tratos contra su marido, y ahora se está investigando si el detenido tiene antecedentes anteriores a su matrimonio.
Tras el suceso, vecinos de Alovera se concentraron ante el ayuntamiento para condenar el asesinato machista. En el recuerdo está aún el asesinato en 2019 de Miriam Vallejo, vecina de la localidad, cuyo caso sigue sin resolver. Entre las autoridades que se han pronunciado está el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, que ha emitido un mensaje de repulsa: «Tenemos un firme compromiso en la lucha contra la violencia de género».
Con el asesinato de Nicoleta Clara ya son 1.093 las víctimas de violencia de género en España desde que empezó la estadística en 2003. La semana del 17 al 23 murieron Warda (28 años) y su hijo Mohamed (7), Betty (52), Lucia (42), Tere (48) y Kati (25). A raíz de los asesinatos consecutivos, el Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió a revisar los protocolos de protección de las mujeres y sus hijos.