El Centro Nacional de Epidemiología (CNE) ha desarrollado el proyecto 'Factores de Difusión COVID-19 en España' cuyo objetivo es determinar los parámetros que están influyendo en la difusión del coronavirus por diversos territorios de la geografía española.
Las primeras conclusiones de este informe apuntan a una serie de causas que han tenido un papel importante en el incremento de la pandemia. A finales de febrero, los casos de coronavirus comenzaban a crecer en España. La explosión de contagios fue cada vez mayor de ahí al 20 de marzo, fecha en la que los expertos señalan el pico epidémico.
En el estudio existen cinco factores con una clara correlación en su expansión de la pandemia en ese período de tiempo: el porcentaje de sanitarios contagiados, el número de plazas de residencias de ancianos, la movilidad interior en las comunidades autónomas, desde Madrid por un lado, y con el País Vasco, hacia otras comunidades autónomas.
«Como conclusiones de este primer análisis se puede decir que la movilidad interna en ámbitos urbanos con gran actividad, la difusión a partir de focos iniciales a territorios contiguos y la falta de contención en el ámbito socio-sanitario han sido clave en el ascenso de la pandemia», resume la nota publicada por el Instituto de Salud Carlos III.
El análisis de los datos demuestra que la transmisibilidad de la pandemia del COVID-19 experimentó un descenso total con las medidas de distanciamiento social que fue continuado hasta la estabilización de la pandemia.
El objetivo de este proyecto de investigación es identificar los factores que determinaron el ascenso de la epidemia y trasladar dicho conocimiento a las autoridades sanitarias para que puedan actuar sobre ellos y reducir la intensidad de la oleada de contagios.
Entre las recomendaciones, destacan el uso de medidas de protección como el uso de mascarilla, o el lavado de manos para que los movimientos de la población sean más seguros. Los investigadores subrayan, además, la importancia de tomar las medidas necesarias para proteger a los sanitarios y a los trabajadores de centros sociosanitarios.
Las residencias, el mayor foco de contagio
En las residencias, los autores de la hipótesis apuntan que las personas mayores de 70 años han sido las poblaciones más afectadas por el COVID-19, por lo que «es lógico que este factor haya sido uno de los factores relevantes».
En cuanto a la influencia del porcentaje de sanitarios infectados en el ascenso de la curva, argumentan que puede deberse a dos motivos:
«Por un lado, el número de profesionales infectados ha sido muy alto, lo que incrementa directamente el total de casos. Por otro, los sanitarios han sido un eslabón más en la cadena de transmisión del virus, especialmente en los primeros días de la epidemia cuando no se implementaban estrictas medidas de protección e higiene».
Finalmente, dadas las características de la transmisión de la epidemia, la movilidad de población es el principal factor de riesgo de contagio. El estudio del CNE ha indagado en la movilidad con Madrid y el País Vasco porque fueron las dos primeras comunidades autónomas donde se dispararon las infecciones del COVID-19.