China confirmó este viernes que no tuvo conocimiento hasta el pasado 19 de enero cómo de infeccioso era el covid-19, que ha provocado una pandemia mundial. El país asiático volvió a rechazar las acusaciones de Estados Unidos de que escondió aposta diferente información sobre la gravedad del patógeno.
El subdirector de la Comisión Nacional de Sanidad china, Zeng Yixin, aseguró en una rueda de prensa que, aunque los científicos chinos sabían que había indicios de transmisión humana tiempo atrás, no fue hasta el 19 de enero cuando se pudo comprobar fielmente. «El 19 de enero, gracias a los esfuerzos conjuntos de equipos de expertos y personal médico local, logramos una comprensión más precisa de la capacidad de transmisión del virus», confesó Yixin.
El 14 de enero los funcionarios chinos estudiaron una propagación masiva
Zeng apuntó que el 20 de enero, día que el jefe del equipo de expertos médicos chino, Zhong Nanshan, contó en televisión que el nuevo coronavirus se transmitía a nivel humano, el patógeno «se añadió al sistema de enfermedades contagiosas nacional y las medidas más estrictas de control se pusieron en marcha para controlarlo», sentenció.
Respondiendo a las informaciones que seis días antes, el 14 de enero, los funcionarios chinos estudiaron ya la opción de una propagación masiva, Zeng afirmó que de aquella había muchas preguntas vitales sin respuesta, incluida la capacidad de transmisión del virus y la forma de contagio.
«Concluimos que hacía falta más investigación sobre la transmisión en humanos»
Sobre este asunto, Zeng indicó que hay enfermedades como el sida que, aunque sean altamente infecciosas, no se transmiten con facilidad entre las personas. El número dos de la Comisión Nacional de Sanidad confesó que el 14 de enero tuvo lugar una reunión nacional de los responsables sanitarios provinciales de todo el país.
«Había todavía muchas incertidumbres. Concluimos que hacía falta más investigación sobre la transmisión entre humanos, y no podíamos descartar la posibilidad de una mayor propagación del virus. Pero no pudimos llegar a conclusiones en muchas cuestiones», relató.
La tensión existente entre Estados Unidos y China en torno al origen del virus y una posible ocultación de su gravedad por parte de Pekín se ha vuelto difícil en los últimos días. Donald Trump ha declarado en los últimos días que no tiene intención de hablar con Xi Ping, advirtiendo además que podrí romper las relaciones con Pekín.