Montaje con foto del perro y Lourdes Maldonado

Chato, el perro que sigue esperando el regreso su dueña asesinada Lourdes

La imagen se ha convertido en símbolo del dolor por el asesinato de la periodista en Tijuana, México

Lourdes Maldonado practicaba periodismo en Tijuana, el lugar de México más peligroso para hacerlo. Hacía apenas unos días habían asesinado a su colega Margarito Martínez, y era consciente de que se jugaba la vida a diario. El domingo la mataron cuando estaba dentro del coche frente a su casa.

La muerte de Lourdes ha levantado una nueva oleada de indignación por las precarias condiciones en las que los periodistas se juegan la vida todos los días en México. Pero una imagen ha llamado especialmente la atención, y ha roto el corazón de todos. Un pitbull color canela no se separa de la puerta de su domicilio.

Se trata de Chato, el perro que Lourdes recogió de la calle y adoptó hace unos años junto con tres gatos. Mientras el lugar se llenaba de periodistas, forenses, policías y curiosos, el can yacía abatido detrás de la cinta amarilla. Allí se quedó y allí sigue, inmóvil día y noche, esperando a que vuelva su dueña.

Un perro y tres gatos huérfanos

El asesinato de Lourdes, que llevaba tiempo amenazada por ejercer su profesión, caudó una gran conmoción. En cuestión de horas, el lugar donde la asesinaron, frente a su domicilio, se llenó de personas. De repente alguien reparó en la figura de un perro que aguardaba triste frente a la puerta.

Foto de Chato, el pitbull de Lourdes Maldonado
El perro de Lourdes no se separa del lugar donde la mataron | Cedida

Su dolor fue captado por las cámaras y la imagen ha dado la vuelta al mundo, acaso como un trágico símbolo de la muerte de su dueña. Chato yacía con la cabeza hundida entre las patas y los ojos entrecerrados en una mueca de pesar. Pasó todo el día y toda la noche sin comer esperando un milagro que nunca llegará. 

Lourdes fue asesinada de un tiro en la cabeza y su muerte deja huérfanos a Chato y a tres gatos más. Chato fue primero un perro fiero, luego un animal maltratado y finalmente el escudero fiel de Lourdes. Ella le dio una segunda vida y él no pudo protegerla cuando le arrebataron la vida de la forma más cruel.

Símbolo de una tragedia

Al día siguiente del crimen, la vecina de Lourdes acudió a su puerta para llevarse los gatos y atender a Chato. Quería llevárselo a caminar un rato y obligarle a comer, pero el animal permaneció agazapado como ajeno a la escena. Su fidelidad inquebrantable se erige en la cúspide del dolor por la muerte de una mujer íntegra.

La imagen ha dado la vuelta al mundo ayudando a viralizar la historia de Lourdes y el drama de la profesión periodística en México. Lourdes había solicitado protección reiteradamente y las autoridades le prometieron una ayuda que nunca llegó. Como la mayoría de crímenes cometidos en el país, probablemente nunca se resuelva.

Foto de la periodista Lourdes Maldonado
Lourdes Maldonado, la periodista asesinada en México | Archivo

Lourdes Maldonado fue pionera en un tipo de periodismo olvidado en México y se convirtió en un referente para muchas generaciones de periodistas. Cuando las mujeres periodistas se dedicaban a cubrir espectáculos, ella se metía en los lugares en los que nadie se atrevía. Su vocación era dar voz a los que nunca la tienen.

Por qué mataron a Lourdes

La periodista trabajó en diferentes medios cubriendo información política y retratando la corrupción en Baja California. Acababa de ganar un litigio por un conflicto laboral con un medio local propiedad del exgobernador Jaime Bonilla. Ahora todas las sospechas se ciernen sobre ese personaje.

La Red de Periodistas Mexicali denuncia que “las amenazas a su persona y el atentado a su vehículo fueron por una demanda laboral contra su empresa”. Se trata de PSN, la televisión local propiedad de Bonilla. Este pertenece al mismo partido que el presidente del país, López Obrador, que ha prometido que no habrá impunidad.

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“Vengo aquí a pedirle apoyo, ayuda y justicia laboral porque temo por mi vida”, transmitió la periodista al presidente. Ella misma denunció a Bonilla como “un personaje fuerte en la política” rodeado de “corrupción”. Seguía recibiendo amenazas y estaba en la red de protección de personas defensoras de los derechos humanos.