Miss Mitchell abandonó el Reino Unido en 2004 para vivir en la Sierra de Baza después de comprar 173 hectáreas de tierra por 100.000 libras esterlinas. Al principio, aceptó que los cazadores que recorrían su tierra para cazar diferentes animales como faisanes, ciervos o jabalíes, lo continuaran haciendo, ya que era parte de la cultura española. Pero con el paso del tiempo Mitchell decidió crear un centro de rescate para animales y decidió buscar la prohibición de la caza porque para ella era un hecho muy cruel con los animales.
Al cabo de un tiempo, Mitchell consiguió la prohibición de caza en su terreno pero los cazadores la ignoraban y continuaban cazando. Por ese hecho, los cazadores fueron multados y ahí empezaron a intimidar tanto a Mitchell como a su hija de once años llamada Ella. Su vecina, que era una campesina española, le apoyó en todo momento. Los habitantes de la zona llamaban a Mitchell «la estúpida mujer inglesa».
Todo ocurrió de noche, como suele ser habitual, ya que frecuentemente ella y su familia reciben las visitas de los cazadores con el fin de intimidarlos. Se cree que el grupo de cazadores mató a los perros con pistolas horas después de que muchos vecinos de Caniles, cerca de Granada, asistieran a un desfile para celebrar el Día de los Reyes Magos, el pasado 5 de enero, tal como informa Daily Mail. Su amiga Mandy Lewis y su marido encontraron los cuerpos de los perros cuando llegaron a la perrera la mañana siguiente. Tres perros estaban muertos después de haber recibido un disparo en la cabeza, pero otros dos estaban vivos. Uno de ellos, en recibir un disparo en la boca, acabó muriendo en el veterinario. El único perro que quedaba vivo acabó falleciendo al día siguiente después de recibir un disparo en un lado de su cara. Pero todo no acabó aquí, ya que encontraron a uno de sus caballos con una profunda herida de cuchillo en el ojo derecho.
Según Mitchell, «el único motivo en el que puedo pensar es que los cazadores se han vengado. Hace poco prohibí cazar en mis tierras, y dejé esto claro a todos los grupos locales de caza. He recibido agresiones verbales por parte de ellos, me han insultado e intimidado». También afirma que los cazadores falsificaron su firma en un documento oficial, donde ella aceptaba de forma feliz que cazaran en su tierra. La policía afirma que es uno de los peores ataques a animales que han visto.
Hasta hoy, los oficiales de policía han interrogado algunos cazadores, pero no han llevado a cabo ninguna detención. Por eso mismo, Mitchell y sus amigos han puesto carteles por toda la localidad de Caniles mostrando los perros asesinados y prometiendo una recompensa por cualquier tipo de información que permita arrestar a los culpables de este hecho premeditado e insensible.