El pasado sábado 6 de noviembre se acabó con la esperanza de encontrar con vida a Paqui y Enrique, desaparecidos desde el 26 de octubre. La localidad de Aljaraque, Huelva, se volcó en la búsqueda de la pareja que, finalmente fue hallada sin vida dentro de su vehículo.
Poco más de una semana después de su desaparición, un ciclista encontró el coche hundido cerca de la playa de El Espigón. Paqui y Enrique habían quedado para cenar, pero ninguno regresó a sus respectivas casas. Los familiares denunciaron la desaparición y dio comienzo una búsqueda que se saldó con el más triste de los finales.
Los restos mortales de ambos ya han recibido el último adiós de sus familiares y amigos, mientras la policía continúa investigando. Por el momento no hay nada claro, pero las primeras hipótesis señalan la posible causa de la muerte.
La causa de la muerte de Paqui y Enrique
El 26 de octubre, Paqui y Enrique quedaron para cenar, una velada que ninguno de los dos pudo llegar a imaginar cómo terminaría. Ninguno de los dos regresó a su casa ni tampoco había rastro del vehículo, razón por la que fue denunciada su desaparición.
Poco más de una semana después, los restos mortales de la pareja fueron encontrados en el coche a cinco metros de profundidad en El Espigón. Tras el levantamiento de los cadáveres y posterior análisis forense del Instituto de Medicina Legal, se determinó que "no presentaban signos de violencia".
Fue entonces cuando la hipótesis de un accidente el mismo día de la desaparición, comenzó a tomar fuerza. Según las investigaciones, el vehículo accedió voluntariamente a la zona donde posteriormente fue hallado, pues no hay rastro de daños en las protecciones del puente.
Allí, la marea sorprendió a la pareja que no pudo salir del vehículo por la fuerza del agua , quedando atrapados en su interior. Se trata de una zona con actividad marítima intensa y fuertes corrientes, además de un fondo poco visible.
Los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil así lo pudieron confirmar cuando localizaron los cuerpos tras el aviso de un ciclista.
La familia también asegura que fue un desgraciado accidente
La hipótesis que barajan los investigadores también es la misma que mantienen los familiares de Paqui y Enrique. Cuando denunciaron la desaparición estaban seguros de que no fue voluntaria, pues no se llevaron ropa ni dinero. Además ambos móviles aparecían apagados desde el mismo día 26 de octubre.
Fueron 11 días de búsqueda con geolocalizadores y análisis de las cámaras de seguridad por donde pasó el vehículo. Sin embargo, no había rastro de la pareja. No fue hasta la tarde del sábado 6 de noviembre cuando un ciclista encontró el coche hundido.
Al parecer, la pareja entró con el automóvil hasta la playa de El Espigón de manera voluntaria. La barrera de protección del puente no estaba rota, lo que descarta que el vehículo se precipitara al agua accidentalmente.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que cayeran por un pequeño precipicio que separa el agua de los accesos. Por el momento no ha trascendido en qué condiciones se encontraba el coche que tuvo que ser reflotado por Bomberos, Policía Nacional y Guardia Civil.
Lo que sí se sabe es que los cuerpos de Paqui y Enrique no presentaban signos de violencia y estaban en el asiento de atrás. Quizás en un intento de buscar una salida o ganar algo de tiempo mientras se hundían en el agua.
Normalmente se trata de una zona bastante transitada, pero los días posteriores a la desaparición hizo muy mal tiempo. Lo que provocó una baja afluencia de gente y con ello que el coche no se localizara antes.
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