La familia Pujol Ferrusola no está pasando por su mejor momento. Desde que saliesen a la luz sus trapos sucios los más allegados de Jordi Pujol están viviendo un auténtico infierno.
Por primera vez, tras casi 15 años de denuncias políticas e investigaciones judiciales, un juez sentará en el banquillo a toda la familia Pujol junto a media docena de empresarios por delitos fiscales, de blanqueo de capitales, falsedad en documento público y organización criminal. Mientras esperan la citación del juzgado, la familia, que dominó Cataluña durante décadas, se refugia en sus casas de la Cerdanya.
Los refugios de la familia
De los siete hijos del matrimonio Pujol Ferrusola, tres tienen casa en la zona. Jordi Pujol, el mayor, es quien posee la propiedad más grande y lujosa. El hijo del ex presidente de la Generalitat la compró a finales de los 90. Ésta está situada en el pequeño pueblo de Bolvir, uno de los más caros de la zona. La casa cuenta con dos porches, varias plantas, jardín y una gran piscina. Además, está cerca del Real Club de Golf Cerdanya, uno de los más exclusivos y valorados de toda España.
Sobre esta lujosa propiedad pesa una reclamación del Juzgado Central de Instrucción número 5 de Madrid por los «delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, de uno o varios delitos de falsedad en documento mercantil, objeto de la imputación de los que fueran titulares, contra Jordi Pujol Ferrusola». La anotación es de 2015 y, atendiendo a esta petición judicial, «a fin de garantizar el cumplimiento del conjunto de responsabilidades pecuniarias derivadas de dichos delitos, se dictó resolución, acordándose la prohibición de disponer de la finca de este número».
La de Bolvir no es la única casa en la que se refugia la familiar para huir de la prensa. Aunque el matrimonio tiene su propia vivienda en Queralbs, cuando tienen problemas prefieren estar cerca de los suyos.
Josep Pujol tiene una vivienda en Latour de Carol, una localidad fronteriza. Allí el hijo del ex presidente de la Generalitat reformó una casona de pueblo y la convirtió en su lujoso hogar.
Su hermano Oriol Pujol es propietario de una casa en Urús. En este pequeño pueblo tiene un unifamiliar de 355 metros cuadrados construidos, divididos en tres plantas y jardín. Esta casa, adquirida en 2010, está valorada en un millón de euros. El hijo del ex presidente de la Generalitat es propietario del inmueble junto con su mujer, Anna Vidal.
Todo apunta a que, por el momento, hasta que sean juzgados los Pujol Ferrusola pasarán sus días en estas casas situadas lejos del revuelo de la ciudad.