Varias personas en el interior de una discoteca bailando con escasa iluminación

Carlos, el político español pillado en una fiesta ilegal: 'Me da igual'

El secretario de comunicación de Ciudadanos en Salamanca ha dimitido

Carlos Mateos, secretario de comunicación de Ciudadanos en Salamanca, ha dimitido después de ser pillado en una discoteca que estaba abierta durante la noche a pesar de estar impuesto el toque de queda. Francisco Igea, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, de Ciudadanos, ha anunciado a través de sus redes sociales la dimisión de Carlos Mateos y ha querido agradecer la labor de la Policía.

Fue la noche del martes al miércoles pasado, 30 de diciembre, cuando el político fue sorprendido en una discoteca de la ciudad castellanoleonesa por la Policía Municipal cuando realizaban las labores de control y vigilancia propias del toque de queda.

Los agentes estaban patrullando por las calles del centro de la ciudad cuando vieron que había luz dentro de uno de los locales, que debía estar cerrado al ser más de las 00.00 horas, cuando el toque de queda se inicia a las 22.00 horas en Castilla y León. Cuando se acercaron, oyeron música, voces y risas, por lo que llamaron a la puerta para entrar en el local.

Pasaron varios minutos hasta que, finalmente, el dueño les abrió la puerta y les aseguró que estaba limpiando junto a uno de sus empleados. Los agentes no creyeron su versión y entraron en el local para comprobar su estado y vieron bebidas recién servidas, sin acabar, y una cachimba que estaba lista para ser consumida. 

El dueño mantuvo en todo momento que él y su empleado estaban solos, pero los agentes registraron las dos plantas del local y acabaron encontrando escondidos detrás de la barra a cinco personas, entre ellas Carlos Mateos, secretario de comunicación de Ciudadanos en la ciudad, y un ex directivo de Unionistas que ya fue pillado en una fiesta ilegal días antes y que tuvo que dimitir por ello.

Finalmente, el dueño del local reconoció que no estaban cumpliendo con las medidas sanitarias marcadas por las autoridades para luchar contra la pandemia y se mostró arrepentido con los agentes, pero el político de Ciudadanos, lejos de reconocer el error, se puso chulesco con la Policía, diciéndoles que «a vosotros os pago yo. Hay cosas más importantes para usar el dinero público» y que «vuestro jefe soy yo y me dan igual estas sanciones».

La situación se mantuvo una vez fuera del local, ya que Mateos se negó a cumplir con la recomendación de los agentes de que se fuera a casa: «hago lo que me da la gana», aseguró, aunque finalmente fue convencido por otro de los asistentes a la fiesta para que se fuese a casa. 

El dueño del local, el camarero y las cinco personas pilladas tras la barra fueron propuestas para sanción por saltarse el toque de queda, por no usar mascarilla y por saltarse el límite de reunión de seis personas.

Carlos Mateos defiende que estaba trabajando

Mateos ha explicado su versión de lo ocurrido para 'elDiario.es', y ha alegado que sí que estaba en el local esa noche, pero trabajando. Según explica, el político también es un empresario y tiene una empresa de organización de eventos, por lo que estaba en el local haciendo fotos para la web. Él y el dueño acordaron hacer las fotos de noche, con el local cerrado y limpio para que quedaran mejor. Junto a ellos se encontraba también un representante de refrescos, otro de los que se encontraba detrás de la barra cuando llegó la Policía, aunque aseguran que no estaban escondidos, sino reunidos. 

El político explica que ha tenido un mal año porque su madre enfermó de Covid-19 y hace un mes perdió su coche, y que uno de los reunidos en el local podía conseguirle otro, razón por la que todavía estaban en el local. Sobre sus palabras contra los agentes, Mateos explica que en ningún momento se aprovechó de su situación política, ya que es autónoma y no ostenta ningún cargo público, sino que se refería a que él es un ciudadano normal que paga sus impuestos. 

Según su versión, uno de los asistentes a la reunión dijo a la policía que si no tenían nada mejor que hacer, y el agente le «mandó a la mierda», momento en el que Mateos entró en acción y advirtió a los agentes que no podían multarle por estar en un bar, sino proponerle para una sanción.

Mateos es consciente de que cometió irregularidades al no llevar puesta la mascarilla, pero sigue defendiendo que estaba trabajando y que no se hizo un justificante de trabajo porque le resulta «absurdo», al ser su propio jefe. En cualquier caso, atendiendo a la situación, el político comunicó lo sucedido la mañana siguiente y presentó su dimisión.