La falta de empleo y las condiciones precarias que se dan en muchos puestos son uno de los problemas endémicos que arrastra España. No se trata de ninguna novedad, pero sí es cierto que la crisis del coronavirus ha contribuido a agravar esta situación. A principios de 2020, cuando el Gobierno de coalición arrancó su labor, se comprometió a una derogación de la reforma laboral que había impulsado el PP en 2012.
El Gobierno ha hecho bandera de su voluntad de modernizar el mercado laboral en España y una de las medidas clave es la reducción de los contratos temporales. Y es que la temporalidad en el empleo, característica destacada del panorama laboral en nuestro país, representa un freno a la estabilidad social y económica. Este es uno de los grandes problemas que quiere combatir el nuevo Ejecutivo y en esta dirección avanza la medida en la que trabaja el ministerio de Empleo.
Hacer fijos a los trabajadores discontinuos, condición indispensable antes de contratar a nuevos indefinidos
Desde el departamento que lidera la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz se estudia una medida que busca reducir la temporalidad. En concreto, se plantea que los trabajadores fijos discontinuos tengan derecho preferencial a contratos fijos ordinarios si la empresa ofrece estos puestos. Dicho de otra forma: las empresas deberán hacer fijos a los trabajadores discontinuos antes de contratar a nuevos indefinidos.
De esta forma, se incentiva la contratación de empleados fijos discontinuos, que a su vez verán como estas ofertas de trabajo son más atractivas. La oportunidad de poder tener en un futuro un contrato fijo ordinario es un estímulo más para los empleados. De esta forma, se incentiva este tipo de contratos, fijos aunque discontinuos, en detrimento de los temporales.
Otras medidas que se preparan con la reforma del marco laboral en España
Esta no es, ni mucho menos, la única medida que incluye la llamada 'contrarreforma laboral' que prepara el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Aún en el caso de los trabajadores fijos discontinuos, la voluntad es que los periodos de inactividad computen también como antigüedad en caso de despido. Para facilitar esta contratación, discontinua en el tiempo pero en todo caso fija, se ampliarán los supuestos en los que estará permitida.
En cambio, otra de las soluciones de las que se ha hablado en los últimos meses parece perder fuerza. El Gobierno no ha puesto todavía sobre la mesa la posibilidad de bonificar a las empresas de determinados sectores que promuevan contrataciones fijas discontinuas. Actualmente, tan solo pueden gozar de esta bonificación los sectores del turismo, el comercio y la hostelería y con determinadas condiciones concretas.
Sea con o sin estas medidas, lo cierto es que el Ministerio de Trabajo y Economía Social tiene un objetivo temporal claro. Quieren tener la 'reforma de la reforma laboral' lista antes de que termine el presente año. Y esto implica no tan solo elaborar las nuevas propuestas, sino también negociarlas con el diálogo social, es decir, con patronal y sindicatos.
No es la primera vez que se filtran detalles sobre la nueva legislación laboral en nuestro país. Meses atrás, supimos que la nueva reforma laboral va a incluir un veto a los contratos de obras para empresas con el objetivo de limitar la subcontratación. Todo forma parte de una idea general, la de derogar las medidas más polémicas de la reforma legislativa impulsada por el PP hace nueve años.
Queda, eso sí, un largo camino por recorrer: la patronal CEOE ya ha mostrado su desacuerdo con las propuestas de Trabajo. Ahora, el turno será para Yolanda Díaz: la conocida como 'ministra consenso' deberá demostrar su habilidad si quiere hacer los deberes antes de que acabe este año 2021.