A día de hoy, las parejas de hecho pueden acceder a la pensión de viudedad pero con unos requisitos más duros que los casados. Pero la nueva reforma de las pensiones prevé eliminar esta discriminación. Los criterios de acceso a la pensión de viudedad de las parejas de hecho están a punto de cambiar.
Requisitos para la pensión de viudedad
La Ley de Seguridad Social contempla los requisitos de acceso a la pensión de viudedad para parejas de hecho. El cónyuge fallecido tiene que estar dado de alta en la Seguridad Social y haber cotizado al menos 500 días en los últimos 5 años. Con 15 años cotizados no necesita estar dado de alta.
Se reconoce el derecho a la pensión de viudedad para las parejas de hecho con al menos 5 años de convivencia antes del fallecimiento de uno de los cónyuges. Además, los ingresos del año anterior del beneficiario no pueden superar las ganancias del causante.
Las parejas de hecho con ingresos inferiores a 19.950 euros al año también tienen derecho a la pensión de viudedad. En este baremo se cuentan las rentas del trabajo, los ahorros e inversiones y el patrimonio. Pero este y otros aspectos generan una discriminación evidente para los que no están casados.
Muchas parejas se quedan fuera
Muchas parejas de hecho con ingresos, capital o patrimonio propios no pueden acceder a la pensión de viudedad. Los requisitos suponen una discriminación que deja fuera a muchas parejas. Estas exigencias solo se encuentran en parejas de hecho, y no en casados.
Uno de los objetivos de la nueva reforma de las pensiones es “profundizar en reformas de la pensión de viudedad para eliminar toda discriminación”. Según las recomendaciones del Pacto de Toledo, estar o no casado no puede ser un motivo de discriminación.
La nueva reforma de las pensiones antes de que acabe 2021 contempla la revisión de los requisitos de acceso a la pensión de viudedad para parejas de hecho. La intención es equiparar los criterios de acceso con las parejas casadas. A partir del año que viene, por lo tanto, se incluirán nuevos criterios.
Lo primero que podría cambiar es la exigencia de cinco años de convivencia antes del fallecimiento. El Gobierno plantea suprimir esta limitación para casos de violencia de género o maltrato. Esto vendrá acompañado de otras modificaciones importantes.
Respuesta para una nueva realidad social
El Pacto de Toledo llama a una reforma integral de las pensiones de viudedad. Pide tener en cuenta la nueva realidad social y las circunstancias de los beneficiarios. El objetivo es proteger a los pensionistas que no tienen otros recursos y limitar las pensiones de viudedad para personas menos vulnerables.
El Gobierno quiere reducir las pensiones de viudedad para personas con un elevado nivel de rentas y mejorar las que benefician a personas con pocos recursos. El modelo ya se está poniendo en práctica en otros países, donde los solicitantes tienen que presentar la situación financiera del núcleo familiar.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha planteado esta posibilidad pero se ha encontrado con el rechazo de sindicatos y patronal. Su intención es ahora presentar una propuesta alternativa para alcanzar el objetivo de la reforma. La reforma tendría que estar lista y aprobarse antes de 2021.
Datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que en 2020 había en España 1,8 millones de parejas de hecho frente a 9,5 millones de matrimonios. Pero la tendencia marca un aumento de parejas de hecho y una reducción de matrimonios en los últimos años. Lo cual indica una nueva realidad social en España.
Esta nueva realidad social tendría que verse reflejada en el nuevo sistema de las pensiones públicas. Este es sin duda el gran proyecto de la legislatura para el Gobierno de Pedro Sánchez. Para ello está intentando llevar adelante las negociaciones con un amplio espectro de las fuerzas sociales.