Los españoles tendremos este mismo 2021 un nuevo modelo de factura de la electricidad. En enero de 2020, a dos meses del estallido de la pandemia del coronavirus, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicaba en el BOE la circular donde se establecía un nuevo método para calcular las facturas de la luz que llegan a nuestros hogares y empresas. La nueva fórmula recalcula de forma distinta a la que se hace hasta ahora los peajes de transporte de la luz y la distribución de la electricidad. Pero la irrupción del covid-19 y las sucesivas prórrogas del estado de alarma dejaron parada, durante el año pasado, la aplicación práctica de la modificación.
Finalmente, la Administración estatal decidió que el cambio entraría en vigor el 1 de abril —es decir, la semana que viene, precisamente el Jueves Santo—, y con este objetivo se inició el trabajo para hacer las modificaciones oportunas al respecto. Pero el castillo de cartas se hundió hace unas semanas: el Gobierno constató que la burocracia no estaba preparada a pocas semanas de aplicarse el cambio, de forma que se decidió que, de nuevo, se pospone la fecha de aplicación de la nueva tarificación. Ahora, se ha decidido que el cambio entrará en vigor el próximo 1 de junio: España tendrá, antes del verano, un nuevo modelo de factura eléctrica.
¿Qué cambios habrá en la factura de la luz a partir del 1 de junio?
Pero al margen de los retrasos en su entrada en vigor, lo que es evidente es que los cambios van a llegar a las facturas de electricidad de toda España y que, por lo tanto, los usuarios deben conocer a la perfección qué van a significar en la práctica para su consumo cotidiano de luz... y para sus pagos a final de mes. Los consumidores domésticos —con una potencia contratada inferior a los 15 kW— disponen hasta ahora de seis tarifas de acceso con características diferenres. Esto va a cambiar: las seis tarifas van a convertirse en una sola, la tarifa 2.0TD.
Con la nueva 2.0TD, el consumidor podrá elegir tener dos potencias distintas contratadas, una para el periodo 'punta', de 8.00h a 00.00h; y la otra para el periodo valle, de 00.00h a 8.00h. En la práctica, pues, el consumidor tendrá la opción de contratar menos potencia para las horas valle, que son aquellas en las que se produce un menor consumo eléctrico, de forma que el hecho de contratar menos potencia durante esas horas va a provocar una disminución del precio fijo de la factura, ya que cuanto más baja es la potencia contratada, menos repercute en el precio final de la contratación eléctrica. Por cierto: se considerarán horas valle los fines de semana y los días festivos nacionales en su totalidad.
La nueva tarifa 2.0TD incluirá, a parte de los dos términos de potencia contratados que constituyen la parte fija de la factura, tres términos de energía, es decir, tres periodos horarios con tarifas distintas. Las horas más caras serán las 'punta', es decir, de 10.00h a 14.00h y de 18.00h a 22.00h. El término intermedio es el periodo llano: de 8.00h a 10.00h, de 14.00h a 18.00h y de 22.00h a 00.00h. Finalmente, de 00.00h a 08.00h se establece el periodo valle. Esta será pues, a partir del 1 de junio, la nueva estructura de la factura eléctrica en España, que 'a priori' debería propiciar un coste para el consumidor más adecuado a su consumo eléctrico real; una de las quejas constantes de las asociaciones de consumidores en nuestro país en los últimos años.
Si tienes un contrato de mercado libre, ¡ojo!
Todas las modificaciones entrarán en vigor el próximo 1 de junio, pero, ¿afectarán directamente a todos los consumidores de electricidad? Para resolver esta cuestión tenemos que distinguir entre los consumidores que tengan un contrato del mercado regulado y los que lo tienen del mercado libre. Por lo que a los primeros se refiere, los cambios explicados respecto a la factura de la luz serán automáticos: es decir, quien tenga un contrato de mercado regulado —las conocidas como tarifas PVPC—, no tiene que hacer nada puesto que las modificaciones se aplicarán de forma automática.
En cambio, los consumidores con un contrato de mercado libre sí que deberán hacer gestiones si quieren acogerse a los cambios que se pondrán en marcha el próximo mes de junio. En este caso, el cliente tendrá que ponerse en contacto con la compañía de la luz que tenga contratada para solicitar que se apliquen los cambios en la tarifa, aunque al ser de mercado libre, será la compañía la que tenga la potestad de adaptar de forma distinta las modificaciones que ser harán en la nueva factura. En definitiva, pues, España se prepara para un nuevo modelo de factura eléctrica, aunque deberemos esperar para comprobar si su aplicación genera los efectos que se buscan con ella o si, por el contrario, las quejas de los consumidores persisten.