No hay duda de que una familia siempre vive con especial tristeza cuando pierde a uno de sus seres queridos en algo tan trágico e inesperado como es un accidente de tráfico. Y el dolor seguramente es todavía más indescriptible si cuando la víctima es un bebé que apenas tiene unos meses de vida, sobre todo sabiendo que seguramente se podría haber evitado si no hubiera sido por el comportamiento imprudente tanto del conducir como del otro adulto que viajaba en el vehículo.
Era el pasado sábado a última hora de la tarde cuando se confirmaba se producía el siniestro en la autovía A-30, en la ciudad murciana de Cartagena, en el que acaba perdiendo la vida un bebé que contaba con apenas 6 meses de vida. Casi dos días después del accidente, fuentes de la investigación de la Guardia Civil, según recoge la agencia EFE, habrían podido confirmar que el menor fallecido no iba sujeto en ningún sistema de sujeción. Es más estos aseguran que era la copiloto del vehículo la que llevaba al bebé en sus propios brazos.
Ante estas circunstancias, fue imposible que la mujer, de 26 años, pudiera evitar que el bebé saliera disparado y acabara muriendo casi en el acto. Pero realmente esta no fue la única grave infracción que acabó desencadenando la triste muerte del bebé. Y es que parece claro que el accidente podría haberse evitado si el conductor, de 39 años, hubiera estado en plenas condiciones. Este acabó dando positivo tanto en el test de alcoholemia como en el de drogas.
La tragedia pudo ser todavía peor
Como decíamos el accidente tuvo lugar en una de las principales vías de comunicación de la región de Murcia el pasado sábado por la tarde. Los dos adultos iban junto al bebé de seis meses y otras dos niñas en una furgoneta, concretamente era una Ford Transit.
El accidente tuvo lugar unos minutos antes de las nueve de la noche. Fue sobre las 20:40 cuando el número de emergencias 112 de Murcia empezó a recibir los primeros avisos que alertaban del siniestro en el que se había visto implicado solo este vehículo. El mismo tuvo lugar en el kilómetro 190 de la A-30, en el término municipal de Cartagena, justo antes de coger el desvío de la CT-32 a la altura del polígono Cabezo Beaza.
Por motivos que todavía tendrá que establecer la investigación iniciada por los agentes de Tráfico, la furgoneta se salió de la vía cuando circulaba en sentido Murcia. Una vez fuera de la vía, chocó contra el quitamiedos, acabó volcando y despeñándose por un terraplén.
Rápidamente, una vez recibida las alertas, desde el 112 se activaron a los diferentes servicios de emergencia. Entre ellos se movilizaron patrullas de la Guardia Civil, bomberos del SEIS del Ayuntamiento de Cartagena y dos ambulancias con personal sanitario de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061.
Estos últimos trataron de hacer todo lo posible por salvar la vida de la pequeña, pero sus intentos fueron inútiles y falleció a los pocos minutos del impacto. El accidente también provocó tres heridos, pero entre ellos no estaba el conductor del vehículo que sí llevaba el cinturón de seguridad.
Curiosamente, quién también llevaba este sistema de seguridad era la copiloto que, como comentábamos, sujetaba al bebé en sus propios brazos. Ella resultó heridas como también tuvieron que ser atendidas por los sanitarios las dos niñas de 5 y 7 años, hijas de la copiloto, que iban en la parte de atrás del vehículo. Y realmente pueden decir que realmente tuvieron suerte pese al fallecimiento de la bebé de seis meses, pues estas dos menores también estaban sentadas sin ningún tipo de sujeción.