Beatriz Zimmermann, madre de Anna y Olivia, se ha convertido en todo un ejemplo de fortaleza en España. A pesar de la terrible experiencia por la que ha tenido que pasar, siempre ha tenido palabras de amor y optimismo. Anoche tuvo la oportunidad de hacerlo de viva voz en una entrega de premios.
Han pasado seis meses desde que su ex, Tomás Gimeno, secuestró y asesinó a sus dos hijas, Anna y Olivia, de uno y seis años. Hasta ahora habíamos conocido su mensaje a través de su representante, Joaquín Amills. Ahora, por primera vez, podemos escucharlo de su propia voz, en un emocionado discurso.
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La Fundación Diario de Avisos entregó anoche los Premios Taburiente en una gala en el Teatro Guimerá, en Santa Cruz de Tenerife. En ella se reconoció la labor de once personas o entidades del ámbito personal, social y profesional. Entre los galardonados estaba la tripulación del buque oceanográfico Ángeles Alvariño.
‘Un acto heroico, por muy duro que sea’
El momento emotivo de la noche se vivió cuando Beatriz Zimmermann, madre de Anna y Olivia, entregó el premio a la tripulación. El recinto se puso en pie para reconocer el gesto con una emocionada ovación. Hay que recordar que el buque estuvo semanas buscando los cuerpos de las pequeñas.
“Me han salvado la vida”, ha dicho con la voz rota, “de estar buscando desesperadamente día y noche a mis niñas por el resto de mis días y nunca encontrarlas”. Ha recordado que “es la primera vez que se encuentra un cuerpecito a esas profundidades”, lo cual ha definido “como un acto heroico”.
Beatriz ha afirmado que “por muy duro que sea” la muerte de sus hijas “es la verdad, y la verdad es lo único que nos hace libres y nos permite avanzar”. Por eso ha querido lanzar un claro mensaje: “La mayoría de las personas son buenas, ayudan, y tienen un gran corazón”.
'Lo más esperanzador'
La madre de las niñas siente que “la justicia existe” y que “todo esfuerzo es siempre recompensado, más cuando se pone tanto empeño en que la verdad salga a la luz”. Ha dicho que “es esperanzador ver que somos un país que nos apoyamos los unos a los otros en momentos difíciles”. “Así lo sentí yo”, ha añadido.
Hay que recordar que el caso de Anna y Olivia se convirtió en uno de los mediáticos que se recuerdan en España. Durante semanas, el país entero estuvo siguiendo el avance de la búsqueda y mandando mensajes de cariño y apoyo a la familia. También es una de las desapariciones en las que se ha invertido más recursos.
Se organizó un dispositivo de búsqueda sin precedentes, con un buque especializado que rastreaba el fondo marino a 1.000 metros de profundidad. El esfuerzo tuvo su recompensa y lograron encontrar el cuerpo de Olivia. Esto ha ahorrado un mayor sufrimiento a la familia.
'Que la muerte de Anna y Olivia sirva'
La única esperanza de Beatriz ahora es que todo haya servido para algo, y así lo ha dicho también durante su discurso. “Los niños son nuestro presente y nuestro futuro, su educación basada en el amor, el respeto y los valores son nuestro pilar”, ha afirmado. Y ha añadido que esos son “los cimientos para caminar hacia un mundo mejor”.
“Deseo que la muerte de Anna y Olivia sirva para recordar y apreciar que los niños son nuestra felicidad”, ha expresado, “y que hay que cuidarlos con todo el amor y atención”. Ha pedido “proteger más a los niños que son víctimas de los malos tratos y actos violentos de los padres”. Ha concluido con una emotiva frase: “Sé que Anna y Olivia están felices por el amor y cariño que todo el mundo les tiene”.
Un monumento cerca del mar
El presidente de la Fundación Diario de Avisos, Lucas Fernández, anunció que encargarán y financiarán una escultura de Anna y Olivia cerca del mar. Será “con la estricta supervisión de Beatriz Zimmermann, y para que las niñas estén en el corazón de todos nosotros”.
Como representante de la tripulación del Ángeles Alvariño, María Gómez Ballesteros dedicó el premio a todas las víctimas de la violencia vicaria. El 27 de octubre se cumplieron seis meses de la desaparición de las niñas. El cuerpo de Anna y de Tomás nunca aparecieron, pero se les da oficialmente por muertos.
En la gala se ha tenido un especial reconocimiento para el pueblo de La Palma, afectado por el volcán.. El presidente canario, Ángel Víctor Torres, entregó el premio a Yulián, el platanero símbolo de la resistencia en la isla, y María Remedios Armas, una vecina que perdió su vivienda. “Que nos ayuden y no nos olviden”, ha sido su mensaje.
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