El sector hostelero ha sido uno de los más perjudicados por la crisis del coronavirus. Los propietarios de bares y restaurantes de toda España han visto como su facturación se paralizó durante más de tres meses y como la recuperación durante el verano no ha sido la esperada.
Por si fuera poco, las restricciones en la segunda ola de contagios les ha afectado de manera especial. Ya no solo por las limitaciones de aforo propuestas en todos los establecimientos al público, sino por la reducción horaria que les impide abrir en una franja de muchos ingresos.
En el caso de Madrid, por ejemplo, con el estado de alarma los establecimientos hosteleros tienen prohibido recibir a más clientes a partir de las 22.00 y la obligación de cerrar a las 23.00. Se trata de un horario de gran facturación, puesto que es cuando la gente sale del trabajo y la hora habitual de cena en nuestro país.
El puente del Pilar: un balón de oxígeno para los hosteleros de España
A pesar de todos los obstáculos en contra, los bares y restaurantes han podido tomar algo de oxígeno durante este pasado puente del 12 de Octubre. La festividad y el buen tiempo propiciaron un ambiente de relajación y aumento del consumo en la calle.
Es algo que ha sucedido en toda España, incluido Madrid. A pesar de estar decretado el estado de alarma, los bares y restaurantes de la capital han disparado su facturación hasta un 45% durante estos días del puente del Pilar.
«Este puente ha sido un balón de oxígeno para la hostelería en Madrid. El bueno tiempo ha acompañado y la gente ha aprovechado la oportunidad de consumir dentro la ciudad» ha explicado al diario 'Nius' el presidente de Hostelería Madrid, Juan José Gordoy.
Al no poder salir de la capital, los madrileños aprovecharon para consumir dentro de la ciudad. Una situación que ha ayudado a paliar las enormes pérdidas por la falta de turismo.
Los bares madrileños aumentaron su facturación en un 20% y un 50% durante el puente
De hecho, las cifras ofrecidas por la asociación de hosteleros certifica que el 70% de bares y restaurantes dispararon su facturación entre un 20% y un 50% en comparación con los fines de semana anteriores.
«La gran novedad es que la gente ha venido al centro de la ciudad, que es la zona cero de la pandemia por la falta de turismo. Muchos madrileños han ido a la Plaza Mayor, por ejemplo» asegura el presidente de Hostelería Madrid.
Las cifras son realmente buenas si tenemos en cuenta las limitaciones de aforo y horarias, pero los hosteleros madrileños saben que se trata de algo puntual y continúan enormemente preocupados por el devenir de la pandemia.
«Este buen comportamiento es un espejismo. Esperemos que bajen los contagios para que las medidas restrictivas se relajen y por tanto pueda aumentar el consumo» ha zanjado Juan José Gordoy.