La autopsia de Clara, la niña de 10 años fallecida en un pantano de Madrid tras caer al agua, empieza a esclarecer algunos detalles. El primero de todos es que la pequeña murió ahogada y que su cuerpo no mostraba ningún tipo de herida provocada por un golpe.
Esta era una de las hipótesis que se barajaba sobre la posible causa de su muerte: que se golpease y cayese accidentalmente de la lancha. Tras la autopsia, los investigadores están empezando a atar cabos.
Ahora, la principal vía de la investigación apunta a que la niña podría haberse desmayado cuando iba en la plataforma de la lancha. La causa del desmayo habría sido la inhalación de gases tóxicos del motor de la lancha. Esto habría provocado que la niña se marease o se desmayase y cayese directamente al agua.
Esta versión coincidiría con los detalles aportados por la familia, ya que la niña sabía nadar perfectamente. La tía de la pequeña, que conducía la lancha ese día, asegura que la vio caer y desaparecer rápidamente en el agua.
Tras la autopsia, esta hipótesis se ve reforzada. La niña tenía agua en los pulmones y en el estómago, lo que determina que sufrió una asfixia por inmersión. Es decir, cayó al pantano, tragó mucha agua y finalmente falleció ahogada.
Esta versión de los hechos no es definitiva y los investigadores han mandado una muestra al Instituto Nacional de Toxicología. La intención es determinar si existen restos de esos gases tóxicos en los pulmones de Clara.
Clara viajaba junto a su tía y otros niños
La pequeña Clara salió a dar un paseo en lancha junto a su tía y otros niños el pasado martes, 29 de junio. La lancha iba con una plataforma de madera de popa adosada, que es donde estaban la niña en el momento en que cayó al agua.
Cabe destacar que ninguno de los menores que iban en la lancha llevaban chaleco salvavidas cuando ocurrió el accidente.
Según la versión de su tía, que es quien conducía la lancha, en un momento dado la niña se cayó al agua. Ella no pudo determinar exactamente en qué punto se cayó porque tuvo que dar la vuelta con la lancha y toda la plataforma.
Cuando consiguió dar la vuelta, el cuerpo de Clara no estaba y aunque buscaron por la zona ya no lo encontraron. Entonces llamaron a los servicios de emergencia, que movilizaron un gran dispositivo de búsqueda que finalmente duró unos seis días.
En un primer lugar se buscó a Clara en un diámetro de 15 metros desde donde su tía marcó el posible punto de caída. Después de varias horas de búsqueda, se amplió la zona porque la conductora de la lancha no sabía exactamente dónde cayó.
Al ampliar la zona de búsqueda, la tía recordó que habían pasado con la lancha cerca de la depuradora del pantano. Así, los profesionales marcaron una nueva zona que estuvieron rastreando durante días.
Al mismo tiempo, otro equipo de profesionales peinó la orilla del pantano por si el cuerpo reflotaba con el paso de los días. Finalmente, el cuerpo de Clara fue encontrado a 26 metros de profundidad y a unos 180 metros de donde se la buscó al principio.
El cuerpo de la pequeña no había sufrido grandes deterioros porque la temperatura del agua en ese punto era de entre 9 y 11 grados. Esto ha permitido detectar rápidamente que su cuerpo no presentaba ningún golpe o hematoma.
En el dispositivo de búsqueda participaron 70 efectivos de distintos cuerpos de seguridad y de Protección Civil. Entre ellos, la Guardia Civil, la Cruz Roja, la Policía Local y los Bomberos de la Comunidad de Madrid.