Una persona rellena un boleto del Euromillones en Francia

Se busca al español que acaba de ganar 78 millones de euros y quizás no lo sabe

El boleto premiado fue validado en Málaga capital el pasado viernes

Normalmente cuando se busca a alguien no suele ser para darle, o al menos no para decirle, que ha ganado 78 millones de euros.

Lo cierto es que esa persona podría ser cualquiera que haya comprado un boleto  en el sorteo  de Euromillones que fue validado en Málaga  capital. La participación entra dentro de la primera categoría, que incluye  cinco números y dos estrellas a rellenar.

La combinación premiada fue registrada en la administración de loterías número 20 de Málaga, situada en el centro comercial La Rosaleda. El azar acudió a su cita el pasado viernes, por el momento no existe constancia de que la persona afortunada lo haya reclamado.

El total al que asciende el juego es de 77 959 528 millones de euros, según ha informado Loterías y Apuestas del Estado. La papeleta ganadora de la lotería estaba formada por los dígitos 49, 29, 38, 9 y 14. Las estrellas que completaban la participación fueron el 7 y el 10.

La recaudación total ha sido de 64 854 286 euros. El próximo sorteo tendrá un fondo garantizado de 17 millones para los que logren acertar la primera categoría.

El mayor premio de Euromillones

El sorteo más afortunado de la historia salto a las portadas de media Europa en 2019, cuando Patrick y Frances Connolly ganaron 133 millones de euros. La pareja británica logró algo que con el que todo el mundo bromea de vez en cuando. Aunque lo más curioso de toda la historia es a donde fue a parar semejante 'millonada'.

El matrimonio decidió donar más de la mitad de la suma total a organizaciones solidarias, familiares, amigos y otras personas que realmente lo necesitaban. Entre sus buenas obras se encuentran la compra de mil tablets para jubilados en hospitales, o el pago de los estudios a un joven refugiado.

Con motivo de la pandemia, también han seguido contribuyendo a actividades benéficas. Gestos como la compra de máquinas para la confección de protecciones contra el virus, o la distribución de bonos para sanitarios, solo hacen que aumentar la valía de sus actos.

Lo más curioso es que no han cambiado para nada sus hábitos. "Compruebo mi cuenta bancaria cada mes para comprobar lo que estoy pagando en las facturas de gas y de electricidad" comentaba Francis para The Times.

No todo es el dinero

Es una de frases que repitieron una y otra vez en su aparición en los medios. Resulta comprensible que este tipo de declaraciones surjan cuando en el plano económico la vida queda resuelta. En la actualidad dirigen tres empresas especializadas en plástico, una de ellas genera productos para el sistema sanitario público británico.

"En términos financieros nunca nos sentimos pudientes hasta que ganamos la lotería, pero siempre me sentí rica en otras facetas. Incluso cuando trabajaba largas horas cosiendo jerséis siendo una niña, me lo pasaba muy bien", comento Frances al medio citado. 

Antes de que le tocara la fortuna, en su primer trabajo ayudaba a su madre a tejer jerséis para una empresa con apenas nueve años. Al volver del colegio cosía junto a su progenitora hasta largas horas de la noche. Después, trabajó en la tienda de bolsos de una amiga hasta que consiguió un puesto en un hotel, allí permaneció hasta que comenzó a estudiar en la universidad. 

Con relación a la postura que han mantenido en todo momento, señalan que lo más importante es "lo que haces con tu vida, no el dinero que posees. Tengo esta filosofía de vida: «si tienes que hacer algo, ¿por qué no lo disfrutas?». Vengo de un barrio pobre, pero nunca me sentí de esa forma. Cuando era niña no echamos nada en falta", declaró la afortunada.