El confinamiento está dejando a su paso una serie de incidentes que los sanitarios no están dispuesto a dejar pasar por alto. El personal sanitario de información toxicológica de Múnich (Alemania) ha alertado sobre el incremento de llamadas de emergencia desde que se inició la pandemia.
Tobias Zellner ha asegura que «los padres nos llaman más que de costumbre porque los niños han ido de aventura por la casa y han ingerido desinfectantes o sustancias similares». El toxicólogo también ha revelado que su departamento recibe una media diaria de 90 llamadas, que ahora se han incrementado hasta 130.
Al parecer, la incidencia más común es la ingesta de frascos de desinfectante algo que «era bastante raro antes de la pandemia del coronavirus». Este incremento se debe a que en los últimos meses se ha incrementado la compra de este tipo de productos en los hogares.
Aunque Zellner alerta sobre el aumento de este tipo de emergencias, también ha querido tranquilizar a la población al asegurar que «los desinfectantes no producen una intoxicación grave. A lo sumo una ligera intoxicación por alcohol. Nadie ha tenido que ir todavía por eso al hospital. Beber agua y comer algo dulce para evitar la hipoglucemia es un tratamiento suficiente».
El hecho de utilizar todo tipo de productos desinfectantes para que el coronavirus no llegue al interior de los hogares, unido al hecho de que los niños andan a sus anchas por casa al no tener colegio, ha provocado este desmedido incremento de desintoxicaciones no solo en Alemania, sino en todos los lugares donde se ha decretado el estado de alarma. Pese a la gravedad inicial, los expertos recomiendan no perder la calma ante este tipo de accidentes domésticos y dificultarle a los niños el acceso a este tipo de productos que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud.