Los avistamientos de tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), el segundo pez más grande del mundo, en el mar Mediterráneo han aumentado esta primavera de forma muy significativa. Las razones podrían ser el descenso de actividad humana por el confinamiento del coronavirus, y la borrasca Gloria de enero de este año, informa Telecinco.
En concreto se han producido ya 15 avistamientos, según el recuento de Claudio Barría, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona y especialista en tiburones y rayas de la Unión Internacional de la Conservación por la Naturaleza (UICN). «La reducción del tráfico marítimo y de las actividades pesqueras, fruto del confinamiento por la pandemia, pueden tener bastante que ver con el aumento de las observaciones de tiburones», según informa 'La Vanguardia'.
¿Qué comen los tiburones?
Saber que hay tiburones en el agua puede asustar a bañistas que quieran refrescarse en las playas. Por suerte, todo el que quiera nadar en la costa Mediterránea puede hacerlo con total tranquilidad, ya que estos tiburones peregrinos se alimentan de plancton. La borrasca Gloria podría haber aumentado la cantidad de este alimento, y por lo tanto de los animales que lo comen.
Más fauna avistada
El tiburón peregrino no es el único que está recuperando su hábitat debido a la bajada de actividad humana por el confinamiento; las tortugas marinas también se están mostrando cada vez más visibles. El Servicio de Fauna y Flora de la Generalitat considera que los avistamientos de estos animales están aumentando porque cada vez hay más gente en la calle y las franjas horarias para ello favorecen las observaciones de tortugas.
Los expertos recuerdan que en caso de ver uno de estos animales intentando nidificar se debe avisar de inmediato al 112 y evitar causar cualquier molestia a la tortuga como acercarnos a ella o tocarla.