Varias semanas de trabajo policial han servido para resolver un caso en el que se habían centrado muchos esfuerzos del cuerpo de Policía Nacional en las Islas Baleares. Finalmente se ha podido detener a una mujer de 38 años que estaba acusada de acabar con la vida de su pareja tras haber mantenido una discusión. La mujer, pero, se había marchado de la isla de Mallorca después que en un principio ella defendiera que el hombre había sufrido un accidente, hechos que los investigadores demostraron que no eran ciertos. Finalmente, pudo ser atrapada en Barcelona.
Todo empezó el pasado 12 de marzo, según explicaba la Jefatura Superior de Baleares. Eran más de las doce de la noche, cuando los servicios de emergencias recibieron una llamada de la mujer detenida. Esta solicitaba atención médica y una ambulancia para su pareja después que este hubiera recibido un fuerte golpe en la cabeza de manera accidental.
La realidad es que la primera versión que dio sobre que había pasado esa noche ya empezó a levantar sospechas sobre ella. En un primer momento ella aseguró que el golpe se lo había producido por un accidente que habían sufrido con su coche. Según su versión, los dos se encontraban en el interior del vehículo y emprendieron la marcha. Fue de manera repentina, cuando se dieron cuenta de que la puerta del copiloto estaba abierta. Ella aseguraba que lo siguiente que hizo es mirar a través del retrovisor donde vio fue a su pareja tendida en el suelo. Fue entonces cuando aviso a los servicios de emergencia.
Desde el 112 rápidamente se movilizaron tanto los servicios sanitarios como a la Policía Nacional, que se desplazaron al Polígono de San Valentí de Palma, donde teóricamente había tenido lugar el accidente. Una ambulancia trasladó al hombre al hospital de Son Espases, donde ingresó en la UCI, pero perdió la vida al día siguiente.
La mujer se contradijo en varias ocasiones
Las sospechas policiales sobre la mujer no tardaron mucho en llegar. Varios familiares del fallecido se presentaron en el hospital mientras este el hombre se encontraba ingresado y se encararon con su pareja. Estos la acusaban de haber sido partícipe en lo sucedido. Ella por su parte decidió ir a comisaría para presentar una denuncia por unas presuntas amenazas vertidas por estos familiares.
Todo esto hizo que los agentes abrieran una investigación para saber que había ocurrido realmente. Estos concluyeron que la mujer había dado versiones contradictorias tanto a la primera patrulla con la que hablo, como a los sanitarios como a los familiares del fallecido.
Empezó ahí un arduo trabajo policial que acabó demostrando que la mujer había sido la causante del fallecimiento del hombre. Encontraron varias pruebas y evidencias, además de hablar con varios testigos que confirmaban que era ella la que había matado a su marido con su vehículo.
Al parecer los dos habían mantenido una discusión que habían continuado en plena calle. En algún momento, ella se introdujo dentro del vehículo mientras que el fallecido se mantuvo fuera del coche. Hubo un momento en que él se acercó a la ventanilla del coche para intentar hablar con su pareja.
La reacción de esta, pero, fue arrancar e intentar marcharse del lugar. En ese momento, el decidió subirse al capó para intentar impedírselo. Pero ella en vez de cesar en sus intenciones aceleró y recorrió varios metros con él encima del vehículo. Llegó a un punto en el que el hombre salió despedido por los aires y se golpeó fuertemente la cabeza contra el suelo, impacto que acabó con su vida. Ella permaneció unos días en Mallorca, pero finalmente se marchó a un pueblo de Barcelona, donde fue arrestada acusada de un delito de homicidio.