Hace tres años, Carlos Río acuchilló 30 veces a su expareja, Ana Isabel, en Torremolinos. Según informa Diario Sur, ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha reducido en ocho años la condena tras considerar que no hubo ensañamiento y que el asesino confesó. Esta decisión no ha sentado nada bien a la familia de la víctima, que se siente «insultada» y «desamparada» por la justicia.
Según el mismo medio, la defensa alegó que la intención de Carlos Río, que compró un cuchillo antes de los hechos, era la de «suicidarse delante de Ana Isabel, pero en un arrebato incontrolable hizo que esa intención inicial se transformase en un ataque». Por otra parte, pidieron el atenuante por confesión, obcecación y enajenación mental transitoria, pero el jurado las rechazó tras determinar que el asesinato fue con alevosía y ensañamiento.
Aún así, ahora el TSJA ha aceptado el atenuante por confesión y ha declarado que no hay pruebas que demuestren que hubo ensañamiento. El juez ha sentenciado que el significado jurídico de ensañamiento se refiere a la intención de aumentar el sufrimiento de la víctima y no han conseguido probarlo. La hermana de la víctima ha declarado a Diario Sur que «le asestó treinta puñaladas mientras ella le suplicaba que no la matara. Él declaró que paró pero que decidió continuar porque quería verla sufrir. Si eso no es ensañamiento, ¿qué lo es?».