Aragón está siendo una de las comunidades más castigada por los rebrotes de la covid-19, pero el análisis de los datos de los 23 días más duros del confinamiento en relación con los de las tres últimas semanas constata que la situación epidemiológica actual dista de parecerse a la de aquellas jornadas de la primavera, ya que, a pesar de que se diagnostican el triple de casos, se producen la mitad de hospitalizaciones.
Desde el inicio de la pandemia y hasta el 7 de agosto se han notificado en la comunidad 16.514 casos y 979 fallecimientos, mientras que 3.628 personas han necesitado hospitalización, 324 en la UCI.
El pico de contagios durante el confinamiento se alcanzó el 29 de marzo, con 266. Ese día se produjeron once fallecimientos, cien personas ingresaron en el hospital (21 en la UCI) y en los centros sanitarios de la comunidad había 893 personas ingresadas con coronavirus (129 en la UCI).
El peor día en número de contagiados en el periodo de la llamada «nueva normalidad» ha sido el 7 de agosto, con 699 notificaciones. Pero hay dos datos que demuestran que la afección del virus no tiene que ver con la de aquel día de marzo.
Esos 699 positivos suponían solo el 22,2 por ciento de las PCR realizadas y, además, un 64,8 % (453) eran personas asintomáticas, lo que demuestra que el trabajo de rastreo llega a muchas personas que han tenido contacto con el virus pero que no han desarrollado síntomas. Por término medio, los más de 260 rastreadores que operan en Aragón están llegando al 60 % de los contactos estrechos de los contagiados.
De hecho, en los 22 días que van del 16 de julio al 7 de agosto se han hecho en Aragón 55.210 pruebas PCR, lo que indica una media de 2.373 por día, cifra que en la última semana se eleva a 22.200, es decir, casi 3.200 al día, mientras que, según datos del Ministerio de Sanidad, los PCR realizados desde el inicio de la pandemia hasta el 16 de julio fueron 96.755, con una media de unos 800 por día, lejos de los 3.200 de media que se han realizado en las tres últimas semanas.
Desde el 16 de julio hasta el 7 de agosto se han notificado 9.406 casos, mientras que entre el 22 de marzo y el 13 de abril fueron 3.763. El aumento es significativo, pero en ningún caso se ha traducido en una mortalidad y en un numero de hospitalizaciones ni siquiera parecida.
Si con esos 3.763 casos se contabilizaron 449 muertes en ese periodo que va del 22 de marzo al 13 de abril y hubo 1.746 personas que necesitaron hospitalización (190 en la UCI), en las últimas tres semanas, y con 9.406 casos diagnosticados, los fallecimientos han sido 44 y las hospitalizaciones 819 (60 en la UCI)
Por tanto, con un incremento del 150 por ciento en el número de casos (de 3.763 a 9.406), el número de decesos ha bajado un 90 % (de 449 a 44), el de hospitalizaciones ha disminuido un 53 % (de 1.746 a 927) y el de ingresos en la UCI ha descendido un 68,4 % (de 190 a 60). Las hospitalizaciones en aquellas tres semanas de marzo y abril crecían exponencialmente, y alcanzaron el pico el 4 de abril, con 1.112 camas ocupadas en los hospitales aragoneses, 165 en la UCI. Sin embargo, ese día solo se diagnosticaron 189 casos, muy lejos de los 699 notificados el pasado viernes.
De hecho, este sábado 8 de agosto se han notificado 620 positivos, pero el número de hospitalizaciones ha permanecido estable, con 514 ingresados.
Si en la primera semana de abril el porcentaje de personas en la UCI sobre el total de ingresados en los hospitales era de en torno al 15 %, en la primera semana de agosto es del 8,2 %.
También eran aterradores los datos de fallecimientos, con cerca de un mes en el que se encadenaron cifras de dos dígitos y que alcanzaron el pico el 18 de abril, con 39 muertes notificadas. Ese día, únicamente se habían notificado 62 casos. La notificación de los decesos ya no es diaria, sino semanal, pero en las tres últimas semanas se han producido 44, lejos de los 449 producidos en las peores semanas de la pandemia.
Otra diferencia radica en el número de casos de asintomáticos que se detectan por pruebas PCR. El porcentaje de personas que han dado positivo y no presentan síntomas entre el 16 de julio y el 7 de agosto es del 51 %, pero los porcentajes han llegado incluso al 91 % (el 20 de julio, con 304 asintomáticos de 333); al 69 %, el 26 de julio (205 de 297); al 68,2 %, el 25 de julio (301 de 441), o al 65 %, el 7 de agosto (453 de 699).