Una menor de 15 años a la que hacía tres meses que se le había perdido la pista en nuestro país ha aparecido para decir que está bien y que no está secuestrada. Anna, vecina de la localidad de Sant Miquel de Fluvià, en Gerona, desapareció el 14 de febrero, y desde entonces sus padres no habían dejado de buscarla, sin éxito.
Como es habitual en estos casos, la familia puso una denuncia ante los Mossos d'Esquadra después de desaparecer, y en los últimos días la policía catalana había intensificado la difusión de sus imágenes e información a través de sus redes sociales, para ver si alguna persona la había visto y podía dar algún tipo de información sobre su paradero.
Lo cierto es que Anna ya había aparecido en anteriores ocasiones, pero lejos de casa, y después volvió a desaparecer. Al parecer, la joven no quiere ser encontrada, porque poco después de desaparecer se creó un perfil falso en las redes sociales y publicó un vídeo explicando lo que estaba pasando. Anna acusó a su familia de maltratarla, pero detrás de la historia podría haber mucho más.
Según sus padres, Anna se marchó de casa después de una rabieta, algo que había ocurrido ya en numerosas ocasiones con anterioridad. La diferencia es que esta vez no volvió a casa, lo que encendió todas las alarmas y llevó a su familia a denunciar su desaparición.
Anna explicó los motivos de su desaparición en un vídeo
Dos semanas después de desaparecer, el 14 de febrero, Día de San Valentín, Anna reapareció. Fue el 2 de marzo cuando se creó un perfil anónimo en Instagram donde publicó un vídeo explicando que estaba bien, que nadie la había secuestrado y que no tenía ninguna intención de volver a su casa.
La joven explica en las imágenes que llevaba dos semanas sin dar señales de vida porque nadie «le hace caso, nadie le hizo caso en su momento». Asegura que su madre es la culpable de que todo el mundo crea que está loca y que cree que pone a una segunda familia por encima de la suya propia, algo que Anna confirma, pero explica los motivos, acusando a su padre y su hermana de encerrarla en su casa y maltratarla, «pegándole», tiempo suficiente para «cogerles pánico» y no querer estar más en esa casa con ellos.
Anna asegura que está más feliz lejos de ellos y que no quiere volver. Además, explica que los Mossos, que conocían su situación, se reían de ella. También le explicó su situación a médicos y enfermeros, pero que nadie ha querido ayudarla y que la única condición para volver es recibir ayuda del sistema para evitar que se repita la misma situación.
La joven explica que actualmente está en casa de una amiga, pero el resto de sus amistades tampoco sabe dónde está ni qué ha sido de ella. Algunos conocidos de Anna creen que su novio, mayor de edad, podría haberla manipulado, ya que curiosamente también desapareció el mes de febrero.
Pocos después del vídeo y de que se hiciese viral, la joven acudió al plató de 'Viva la vida', en Telecinco, donde insistió en su historia y en reconocer que se fue voluntariamente de su casa y que no quiere volver. Poco después, se le volvió a perder la pista, y desde entonces nadie había sabido nada de ella hasta ahora.
Este miércoles, 19 de mayo, Anna se ha presentado ante un juez para repetir sus argumentos y decir que está bien, que nadie la ha secuestrado y que no quiere volver a su casa. Quizás ahora que ha acudido voluntariamente al juzgado se estudiarán sus demandas para saber si realmente ha habido tratos vejatorios hacia ella que expliquen su comportamiento y qué recursos se ponen a su disposición para salir de su situación.