El caso del parricida Anthony Todt tiene a la sociedad norteamericana sumida en una gran consternación. El padre perfecto resultó ser un monstruo que mató a su esposa y a sus tres hijos. Además, convivió con sus cadáveres hasta que fueron descubiertos.
Sus vecinos le recuerdan como un “padre de familia perfecto”. Pero los detalles acerca de los crímenes que cometió le presentan como un psicópata sin escrúpulos. El parricida espera ahora la decisión del juez, que llegará previsiblemente el próximo septiembre.
Los miembros de la familia Todt desaparecieron el 6 de enero de 2020 y, desde entonces, la policía les buscó por tierra, mar y aire. Anthony, de 44 años, y su esposa Megan, de 42, eran fisioterapeutas y llevaban una vida aparentemente feliz junto a sus tres hijos.
Habían abierto dos centros de masajes y durante un tiempo la cosa les fue bien. Pero de pronto, empezaron a acumular deudas hasta que la situación fue insostenible. La situación era tan desesperada que habían dejado de llevar a los niños a la escuela.
A finales de 2019, Anthony fue objeto de una investigación por fraude al tener su licencia de fisioterapeuta caducada. A su mujer se le agotaba la licencia al cabo de pocos meses. Y además, habían recibido una orden de desalojo por no pagar el alquiler de su casa.
Un macabro hallazgo
El 13 de enero de 2020, la policía encontró los cuerpos de una mujer y tres menores en su casa de Reserve Place (Florida). Eran Megan y sus tres hijos: Aleksander, de 13 años, Tyler, de 11 y Zoe, de 4. Todos menos Zoe tenían heridas mortales de arma blanca.
Megan había muerto por dos puñaladas de al menos 20 centímetros de profundidad. Su hijo mayor tenía una cuchillada mortal en el estómago, mientras que el mediano había sido apuñalado en los intestinos. Zoe, en cambio, no presentaba ninguna herida.
La autopsia reveló otro dato crucial, y es que los cuatro habían recibido una sobredosis de un fuerte sedante. Junto a sus cadáveres estaba también el del perro de la familia. Anthony llevaba semanas conviviendo con los cinco cadáveres en casa.
En un primer momento confesó los crímenes, pero luego cambió de versión y echó la culpa a su mujer. Según su historia, la madre había drogado a los niños y los había apuñalado. Su declaración, sin embargo, estaba llena de incongruencias y las evidencias le señalaban a él.
Según la reconstrucción de los hechos, Anthony mató primero a su mujer y luego a sus dos hijos menores, Tyler y Zoe. El mayor no estaba muy sedado y pudo defenderse a mordiscos y arañazos. Finalmente lo mató, y se aseguró de que todos estaban muertos.
Por qué lo hizo: el gran misterio
La gran pregunta que planea sobre este caso es por qué el marido perfecto y padre ejemplar se convirtió en monstruo de la noche a la mañana. Los motivos del crimen no están claros, pero los investigadores creen que puede deberse a la situación económica.
La hipótesis de la policía es que, ahogado por las deudas, el padre de familia cometió la matanza a finales de 2019. El 29 de diciembre dijo a un familiar que estaban todos con gripe. No fue hasta una semana después que notificaron la desaparición.
Tras su detención, Anthony se ha negado a explicar por qué lo hizo. Pero hay un inquietante detalle que después salió a la luz: su padre fue condenado en 1980 por intentar matar a su mujer. Creen que las visitas de Anthony a su padre influyeron en su decisión final.
En el caso de Anthony hay además un precedente que puede ayudar a entender las causas. Se trata del crimen de la familia Dupont de Ligonnès en Nantes (Francia) en abril de 2011. Hay coincidencias asombrosas en ambos casos.
Xavier Dupont de Ligonnès también parecía el marido y padre ejemplar hasta que mató a su mujer y sus cuatro hijos. Primero les sedó y luego les disparó en la cabeza, uno a uno. Enterró sus cadáveres en el jardín y emprendió una huida aún no se sabe adonde.
Luego se supo que la familia, de origen aristocrático, llevaba tiempo con serios problemas económicos. Incapaz de asumir su nueva situación, Xavier tomó la decisión más drástica. Algo similar le pudo haber ocurrido a Anthony, pero es algo que aún se tiene que demostrar.