Las esperanzas de los familiares de la pequeña Isabel y de Ana finalmente se vieron frustadas en las últimas horas. Esta niña de 8 años y su madre eran halladas muertas después de haber estado desaparecidas durante cuatro meses. Este trágico suceso ha tenido lugar en México, cuya policía, de momento no ha dado muchos más datos sobre el triste hallazgo.
Como decíamos, no se sabía nada del paradero de Ana e Isabel desde el pasado mes de mayo. Fue entonces cuando el padre de la mujer presentó una denuncia por su desaparición después de que no pudiera contactar con ellas. Tampoco las localizó en su casa cuando fue a buscarlas.
El misterio sobre el paradero de madre e hija se inició el pasado 18 de mayo. Fue ese día en el que el padre de Ana y abuelo de Isabel les perdió totalmente la pista. Nada le hacía sospechas que hubiera decidido marcharse por voluntad propia.
El día anterior a su desaparición, Ana María Sierra Barragán había hablado con su padre. Le dijo que se acaba de vacunar y que tenía algo de malestar. Pese a ello, también le confirmó que había quedado para cenar con un hombre.
En el trabajo de Ana creyeron que no había ido por la vacuna
Hasta entonces nada hacía sospechar de que nada malo les podía haber pasado a madre e hija. La incertidumbre llegó a la mañana siguiente de la última que alguien pudo hablar con Ana. Pues esa mañana, la joven de 36 años, no se presentó a su trabajo donde era profesora de inglés.
En un principio sus compañeros, tampoco se extrañaron de que no acudiera a su lugar de trabajo. Ellos también sabían que se había vacunado e imaginaron que podía tener algo de febrícula y que estaría en casa. Si bien es cierto, que les extrañó que no se pusiera en contacto con nadie y que tampoco les cogiera el teléfono.
Fueron estos hechos los que hicieron sospechar al padre de Ana y abuelo de la pequeña Estrella Isabel Flores Sierra que algo no iba bien. Su decisión fue ir a la casa de su hija para ver que pasaba. Allí fue donde se confirmaron sus sospechas.
Él por su lado también estuvo intentando ponerse en contacto con su hija. "Estuve llamándole todo el día y no me contestaba. Cuando entré a casa a Ana vi que no estaba y que le habían robado todo", explicaba en el diario Milenio. Pudo confirmar que faltaban muchos objetos de valor, como un ordenador o joyas, pero también la camioneta Voyager que conducía habitualmente su hija.
Uno de los vecinos confirma que aquel día vio como el vehículo se marchaba de la propiedad de Ana. No supo decir si iban la madre y la niña en el interior. Pero si vio como estaba cargada de objetos además de con un colchón en el toldo.
Se busca a un posible sospechoso de su desaparición
Desde el día de su desaparición, familiares y amigos han llenado de carteles Ecatepec, el municipio donde vivían Ana e Isabel. Han hecho algunas protestas para pedir mayores esfuerzos a las autoridades para localizarlas. Finalmente, esta semana se encontraba con la triste noticia de su muerte.
Y los seres queridos de la madre y la hija parecen tener claro quien es el culpable de su muerte. Apuntan a Roberto Octavio Bonilla Borraz, un conocido de Ana que sería el hombre con el que quedó a cenar. Ya se le estaba buscando y la policía mexicana ha pedido colaboración para encontrarlo.
Ahora mismo es el principal sospechoso de su desaparición y secuestro. Todavía no se ha confirmado si Ana e Isabel sufrieron una muerte violenta.