Pedro Sánchez i Pablo Casado, en una reunió al Palau de la Moncloa el 17 de febrer de 2020.

Acuerdo importante de Sánchez y Casado: el primero en plena crisis

Sánchez acepta la negociación de la crisis en una comisión parlamentaria y Casado le agradece el tono conciliador

Pedro Sánchez i Pablo Casado, en una reunió al Palau de la Moncloa el 17 de febrer de 2020.
El president del govern espanyol, Pedro Sánchez, i el líder del PP, Pablo Casado, en una imatge d'arxiu. | Europa Press

El logro de un  primer acuerdo sobre  cómo se negociará la crisis  muestra un nuevo tono entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, que estos últimos días habían entrado en una dinámica de tensión y bloqueo ante el nuevo escenario planteado por el Gobierno de una gran coalición para la refundación del país.

Pero si hasta ahora Pablo Casado, líder del primer partido de la oposición, el Partido Popular (PP), había reprochado a Pedro Sánchez su  falta de compromiso y le había acusado de mentir y utilizar la estrategia de una gran coalición para tapar sus fracasos en la gestión de la crisis, ahora le agradece la buena disposición y la  transparencia en las negociaciones.

El cambio se produce tras el acuerdo entre presidente del Gobierno y líder de la oposición para que la negociación de la crisis del Coronavirus  sea en el Congreso de los Diputados en una nueva comisión parlamentaria en la que se debatirán medidas económicas, sociales y sanitarias para superar la pandemia y sus efectos.

Siguiendo la línea del plan del Gobierno para un gran pacto de Estado y tal y como sucede también con la Comisión sobre el seguimiento de los Pactos de Toledo, la comisión en la que se debatirán las medidas para salir de la crisis estará abierta a los agentes sociales. Según Pablo Casado, es una garantía de que todo se hará  «con luces y taquígrafos»  y, a cambio, ha prometido la mejor disposición del primer partido de la oposición  en las negociaciones.

Pablo Casado se había mostrado reacio a la propuesta de una gran coalición porque la veía vacía de contenido y una estrategia del presidente del Gobierno para imponerse al resto de los partidos, mientras que ahora, dice, esta se reconduce a una comisión parlamentaria en la que nadie sale perdiendo: «Aquí no hay dos bandos». 

Por otro lado, el miércoles tiene que votarse la prórroga del estado de alarma, la tercera en lo que va de crisis, y Pablo Casado ha presentado  una serie de exigencias a Pedro Sánchez que este tiene que aceptar si quiere el respaldo de los populares. Según Casado, el Gobierno tiene que aceptar las peticiones sensatas y legítimas de la oposición, y el primer partido de la oposición tiene la responsabilidad de aprobar la prórroga.

En la anterior prórroga del estado de alarma, el Partido Popular propuso la reapertura del Congreso de los Diputados y permitir las ruedas de prensa del Gobierno con preguntas sin filtro. En esta ocasión, el PP quiere proponer que se asegure la protección de los sanitarios y trabajadores  en general, pruebas más masivas a la población y un recuento fiel de fallecidos.

También ponen sobre la mesa que el Gobiernoabone las ayudas comprometidas, por ejemplo, a los trabajadores sujetos a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Por otro lado, los populares pedirán la publicación de las actas de las reuniones con expertos en el portal de transparencia del Gobierno, algo que consideran un compromiso con las libertades democráticas.

Por su lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reaccionado positivamente a estas demandas y confía en su aprobación  a falta de que sean consensuadas con el resto de los grupos. Esto abre definitivamente un  tono más cordial y distendido entre presidente y líder de la oposición para la nueva etapa de salida de la crisis que se presenta en los próximos meses.